Es tradicional en mi blog, y en muchos otros, hacer un balance de fin de año y una lista de propósitos para el año próximo.
Lo hice el año pasado y también el anterior, un repaso al año y a los propósitos del año anterior, viendo los que había cumplido y los que no, y elaborando una nueva lista de propósitos a cumplir el siguiente año.
No necesito hacer un gran repaso del 2017, porque ha sido un año de mierda, y por eso quiero que acabe ya, de una puñetera vez por todas. No soy una ilusa. Sé que al sonar las campanadas de año nuevo, no entrará por la ventana un hada madrina cantando bibidibadibidú y llenándolo todo de luz, color y cosas bonitas... Sé que el 2018 empezará de pena, justo donde el 2017 deja las cosas. Pero psicológicamente necesito que este año acabe ya para ponerle un punto y final mental.