Allá en el 2015, prácticamente recién estrenada en el tema de las redes sociales, decidí apuntarme a una iniciativa que me pareció maravillosa.
Se trataba del #ChristmasBloguero, que organiza cada año Saioa del blog Cuentos de Amatxu . La iniciativa me cautivó desde el principio. La cosa iba de enviar postales navideñas por correo (de las de verdad!!!) a las blogueras que quisieses de entre todas las que se apuntaban. Una te la asignaba ella al azar, y era la que como mínimo debías mandar. Pero a partir de ahí, podías enviar las que quisieras!
Al apuntarte, te asegurabas que como mínimo te llegaría una (la de la persona a la que te hubieran asignado), pero obviamente podían llegarte más.
En 2016 no pude apuntarme. Recuerdo que lo leí.... pero iba de culo, y pensé que no tendría tiempo para participar, así que lo dejé correr.
Y esta pasada Navidad, decidí que sacaría tiempo de donde fuera y participaría. Quería vivir la Navidad al máximo, y que mis hijos la disfrutasen mucho.
Y he de decir que fue una experiencia inolvidable! ¿Quieres saber por qué?