La semana pasada pusimos punto y final a un curso escolar que, para ser sinceros, comenzó lleno de miedos e incertidumbre.
Y es que en septiembre, cuando las aulas volvieron a llenarse de alumnos, en la mayoría de los hogares habitaba un pensamiento: pasarán más tiempo confinados en casa que en la escuela.
Y al final... pues ni tan mal! Al menos mi experiencia ha sido bastante positiva.