El jueves de la semana pasada finalizaron mis vacaciones, y me vi volviendo a la rutina laboral. Rutina... por decir algo, pues de momento seguimos con el teletrabajo y vamos a la oficina uno o dos días a la semana...según te toque.
El caso es que este año solamente me tocaban tres semanas de vacaciones, debido a que me incorporé en febrero a mi puesto de mi trabajo... y no tenía derecho a más.
La primera estuvimos por casa, de desconexión y calma. La segunda nos fuimos, como ya te conté, a Llagunes, en busca de más desconexión, calma y sobre todo montaña. Y luego quedaba una tercera semana para disfrutar antes de la vuelta al curro.
O eso pensábamos... ilusos!