Las vacaciones en principio son ese tiempo de desconexión del trabajo y de disfrute personal, donde el tiempo dedicado al ocio, familia y amigos supera lo habitual.
Y estas vacaciones están siendo más que nunca... un tiempo real de desconexión.
Los últimos años, las vacaciones habían sido simplemente días de no ir a trabajar, pero no había conseguido ni desconectar realmente de mi trabajo... ni relajarme... ni apenas disfrutar.
Tal vez se deba a que no me habían dejado escoger fechas... no me habían dejado escoger duración... y en diversas ocasiones, por nuestra situación familiar y para poder conciliar no había podido coincidir con mi marido más que una semana o dos.