Por lo visto una familia de cuatro nos sabía a poco, así que el lunes decidimos adoptar a toda una gran familia de piojos.
Yo nunca he tenido piojos, Alberto nunca ha tenido piojos, Erik nunca ha tenido piojos.....y Helia, en fin, ya desde recién nacida marcó las diferencias con su hermano...y en esto no iba a ser menos! Así que Helia a sus 14 meses de edad, ya ha tenido piojos.
Aún hoy estoy flipando con la cantidad de estos pequeños seres que cabe en una cabeza tan chiquitina. Porque claro, ya que nos ponemos, nos ponemos bien....no basta con tener un par de piojillos, había que adoptar a toda una manada. Una verdadera ciudad, el paraiso del piojo era lo que la enana había desarrollado.
El misterio a día de hoy sigue siendo la fuente de origen de este mal. Su hermano está limpio y por tanto libre de este pecado. En su guardería ningún otro niño ha tenido. No se ha relacionado con nadie más. Y es que mi hija es, la niña origen, la primera que los pilla de ves a saber donde y los distribuye. Por suerte truncamos su plan, y tras día y medio convertida en ensalada humana y sometida a la tortura de la liendrera, hemos conseguido acabar con el problema.
Esta semana ha sido muy dura...combinar el trabajo con la matanza del piojo no es tarea fácil. Esta semana me he visto claramente superada.
13 feb 2014
2 feb 2014
Robo a mano armada o compra del billete de ferrocarril
Cuando me reincorporé al mercado laboral, a finales de diciembre del pasado año, tuve que comprar un nuevo título de transporte. Mi billete costo 65.50€. Me pareció carísimo!!! Una T50/30 de dos zonas... más de 60€!!!
Pero pensé: claro Vanesa....llevas un año sin empleo, lo cual equivale a un año sin coger el transporte público... y todo sube.
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