Venga va! Que hoy estoy animada y optimista, y me he propuesto escribir un poquito en mi espacio de desahogo virtual.
Bueno, vale, has leído el título de la entrada, eh? Más que optimista estoy irónica, pero de algún modo hay que estar en esta vida.
Si me lees desde hace tiempo, ya sabes que a principios de año suelo hacer un post con una especie de balance del año anterior y un listado de propósitos para el año próximo.
Este año, no hice balance del año 2017, porque como acabó como el culo pues el año quedaba muy ensombrecido y el balance no le hubiera hecho justicia. Y tampoco hice propósitos para el año que empezaba, pues mi único objetivo era sobrevivir y asimilar todo lo que el 2017 había traído y todo lo que el 2018 trajo también consigo.