27 ago 2014

Mural

Hoy estreno nuevo apartado en mi blog. Desde aquí pretendo proponeros actividades sencillas y económicas para llevar a cabo con los más pequeños de la casa. Intentaré proponeros siempre actividades que yo haya realizado previamente, y por lo tanto estaran pensadas para niños de entre uno y cuatro años (ya que son las edades con las que de momento puedo experimentar). Espero os sean de interés y ayuda! 

La siguiente actividad es ideal para un día o una tarde de lluvia, o de virus, en la que no podamos salir de casa y queramos tener a los peques entretenidos y pasando un buen rato en familia. Se trata simplemente de pintar un mural con los más pequeños. 

Que necesitaremos para esta actividad: 

  • papel de embalar ( barato y resistente)
  • colores o rotuladores (mejor si son de los que se lavan fácil, tanto en la ropa como en la piel). Yo no me he atrevido todavía a hacerlo con pintura... pero si soy intrepidos o vuestros hijos mayores, seguro que también da mucho juego!
  • celo
  • y ganas de divertirse!!!

Cortad un trozo bastante grande de papel de embalar (ser generosos) y fijadlo al suelo con celo. De esta forma los pequesrán arrugando ir en él para pintarlo y no lo irán arrugando todo el rato (lo qual es muy engorroso). A los más pequeños les resulta más divertido si pueden pintar el mural desde dentro, subidos en él. En mi caso mi suelo no es nada delicado, por lo tanto no tengo problemas por usar celo para fijar el mural, luego lo retiro fácilmente tirando y listo. Si los niños se salen del mural y pintan el suelo (esto suele ocurrir con los más pequeñines, de entre uno y dos añitos) al usar pinturas lavables las manchas se quitan sin problemas con una bayeta húmeda o un golpe de mocho.

Si tenéis un suelo delicado y no quereis arriesgaros con el celo o los colores.... no hay problema! Montad la actividad sobre la mesa del comedor o cocina. Podéis fijar el papel de embalar al hule de la mesa, y así seguro que los peques no manchan nada. Puede que a los de corta edad les cueste algo más pintar (por tener que estar subidos en sillas) pero estoy convencida que os divertireis y disfrutareis igual.

Sobre el contenido del mural..... hay mil opciones!!!! Dejad volar la imaginación! La vuestra y la de los más pequeños! Podeis hacer un mural temático (sobre la primavera, los animales, las flores, la ciudad, etc...) o hacer dibujo libre (que cada uno pinte lo que quiera, la silueta de la mano, el pie, los nombres de los miembros de la familia....).

A mi hijo de 4 años le gusta más ceñirse a un tema..., mi hija de año y medio.... bueno... hace dibujo estilo libre, rayas y colores aquí y allá!

Con esta actividad la peque suele entretenerse unos 45 minutos, 1 hora. Al grandullón como le gusta pintar lo podemos tener disfrutando toda una tarde!

Nuestro último mural fue sobre el zoo, un día de lluvia en que teníamos previsto ir y tuvimos que suspender la excursión. Cuando acabamos el mural lo utilizamos como zona de picnic improvisada! Como lo teníamos enganchado al suelo, serví encima los platos de comida, nos tiramos todos al suelo y los degustamos! Les encantó la experiencia, y a mi....también!

Recordad que no es una actividad para los niños, sino para tooooda la familia. Se trata de que os involucreis en ella, os tireis por el suelo y disfruteis con y junto a ellos.

Y ya veis que con un poco de imaginación, la actividad puede dar para muuuucho!

A disfrutar!

10 ago 2014

El colmo de la mala suerte, o que se desintegren los zapatos

Tenía yo unos zapatos de verano monísimos que hacía años que no usaba. 
Mira por donde, hoy me ha dado por acordarme de ellos y sacarlos del zapatero. Se conservaban como nuevos! Tal y como los recordaba.

Dado que hoy no íbamos a caminar mucho rato, he decidido que era un buen momento para reestrenarlos. Así, la probabilidad de que me hicieran daño sería mínima.

A la mitad del paseo me he dado cuenta que se estaba produciendo un extraño fenómeno. La planta de mis pies se estaba quedando completamente adherida a la parte interior de la suela de los zapatos.

Fingiendo que nada sucedía, le he regalado la mejor de mis sonrisas a mis hijos y he concluído digna mi paseo.

Al llegar a casa los zapatos eran ya como una segunda piel. La suela estaba como "desecha" y se había mezclado con mi piel.... El efecto era el de haberse puesto unos zapatos untados con pegamento.

He sudado lo mío para quitarmelos....sintiendo que perdía algunos trozos de piel en dicha maniobra. El saldo: una ampolla, pies más que teñidos de negro y algunas zonas de la planta desprovistas de suy natural pelleja. Y por supuesto, los zapatos en el cubo de la basura. Mi cruel venganza por el sufrimiento causado.

Cabe decir que los zapatos eran buenos, y jamás me habían causado dolor alguno.... pero por alguna extraña razón no les ha sentado bien envejecer y someterse a las altas temperaturas de hoy.

Para un día que decido ponerme zapatos!!!! Mañana vuelvo a mis sandalias quechua! Esas que jamás me han hecho ni una llaga! Tras mi aventura de hoy les he jurado amor eterno!

Tardaré en volverlas a traicionar.