Ayer, mi pequeña princesa, cumplió cinco años.
Parece mentira, el eterno bebé, poco a poco va creciendo... y un día se convertirá en una niñita de traviesa e inteligente mirada.
Pese a tener ya cinco añitos, sigue siendo pequeña, como si se negara a crecer. Aún con su lengua de trapo, que a veces resulta imposible de entender, y con esas rabietas y cambios de humor repentinos. Cuesta creer que ya sea de los mayores del patio de infantil!
Exploradora incansable en la montaña, siempre dispuesta a encontrar flores! |