Pero... que pasa cuando trabajas? Y cuando, como en mi caso, trabajas en un municipio distinto a aquel en que resides, y en el que tienes escolarizados a tus hijos? Pues... que sus festivos, no coinciden con los tuyos!
Y entonces, empieza el baile de la conciliación! Sacas la agenda, empiezas a estudiar la situación... y llegas a la vieja conclusión.... ellos tienen más festivos que tu!