Por qué pican los pies?

Allá en el 2018, recuerdo que sufrí un episodio de los más "curiosos" de mi existencia. Si la historia del incidente de mi ojo te dejó boquiabiert@, ya te advierto que la de mi picor de pies tampoco tiene desperdicio alguno.

Y dirás... ahora me vas a contar una batallita de hace dos años? Pues sí... porque... mi picor de pies... ha vuelto! Y efectivamente...segundas partes nunca fueron buenas!

Así que agárrate donde puedas... que te cuento!

La última época del año 2017 fue de las más difíciles de mi vida... las dos operaciones de mi hijo, su pérdida de audición; y el 2018 empezó robándome a mis dos abuelas...todo de traca.

Y ahí... en medio de tan insólito panorama, apareció mi picor de pies. En aquel entonces ya te conté en este POST mi periplo con mis estimados piececillos. Como recurrí a remedios caseros de todo tipo (desde envolver los pies en hielo, hasta sumergirlos en infusiones varias), a como visité a farmacéutica, doctora de cabecera, podóloga... y probé las diversas cremas que me fueron recomendando.

Ninguna crema sirvió para nada... Y mi picor de pies seguía ahí... noche y día, dando la murga.

Al final la podóloga me derivó al dermatólogo: el último escalón.

El especialista de la piel me examinó, escuchó mi relato de las mil y una aplicaciones de diferentes productos, se leyó mi historial... y al final se encogió de hombros no encontrando ninguna explicación a ese picor.

Recuerdo que me preguntó sobre posibles cambios en la marca de detergente para la ropa, nuevos calcetines o nuevo calzado. Pero no había ocurrido nada de aquello. Ninguna novedad en mi vida.

Entonces, el médico me miró a los ojos, y me dijo: por qué... algún acontecimiento estresante en tu vida? Tú, cómo estás?

Y ahí, recuerdo que miré a aquel pobre hombre a los ojos... recordé todo lo acontecido en los últimos meses... y noté como las lágrimas se agolpaban tas mis ojos, luchando por salir. Respiré hondo y le murmuré: tal vez no estoy en mi mejor momento. Miré el reloj y dije: tengo algo de prisa... alguna pomada más a probar?

El médico, que tonto no es, me dijo que iba a mandarme una analítica completa, para descartar posibles causas de tipo físico, y no dejarnos nada por mirar... pero que a veces el estado emocional podía jugarnos malas pasadas. 

Yo recogí los papeles y salí de la consulta. Al llegar a la calle, oí un pitido... empecé a marearme... me aproxime a una pared y me apoyé... No podía respirar. Estaba teniendo un ataque de ansiedad. Esperé a que pasaran. Me limpié las lágrimas, me coloqué mi sonrisa y volví a mi hogar.

Me hice los análisis, pero nunca le llevé los resultados al médico. Todo estaba dentro de los parámetros normales. Y el picor... tal como vino se fue. Mi vida entró en período de calma... yo empecé a sentirme mejor.... Y la causa de tanto malestar y tanta consulta médica también desapareció. 

Hasta la semana pasada... cuando de improviso, de repente... el picor de pies.... reapareció. Nuevamente no tienen mal aspecto, no hay heridas, ni rojeces, ni nada que aparentemente lo justifique. Pero mis pies... pican. Pican mucho. Tanto que los arrancaría. Tanto que no puedo pensar, ni dormir por su culpa. Es más.... algunas noches me despierto retorciendo mis pies a causa del picor.

Por qué ha vuelto? Si yo estoy bien? Porque tal vez no esté bien del todo aunque yo no lo sepa. Desde que empezó el confinamiento y todo se puso un poco patas arriba, reconozco que hay cosas que me preocupan. Aunque esté de buen humor y feliz en apariencia, aunque no las piense... supongo que "la procesión va por dentro". A veces me sorprendo cogiendo el aire como a bocanadas... como si me costase respirar. Ansiedad. Le llaman ansiedad.

Y cuando pienso en mi trabajo, en las tareas que estoy realizando, en si se ajustarán al nivel de exigencia... y trato de compaginarlo todo....con los niños y demás... mi corazón se acelera.

Así que de momento trataré de relajarme, porque mis pies así lo requieren  y exigen. Malditos pies, espejo de mi alma.