Nuestras rutinas para sobrellevar el confinamiento

Como muchas familias a estas alturas, estamos confinados en casa desde hace ya una semana por culpa del dichoso coronavirus. 

No es una situación ideal, menos viviendo en un bajos interior... cuando todas las ventanas dan a un patio de luces... y a una terracita pequeña. Esa terraza nos da un poco de vida. Es particular, así que podemos salir... y aunque no podemos ver la calle...si miramos hacia arriba...podemos ver el cielo. Y eso, me resulta un curioso privilegio.

Para poder sobrellevar la situación lo mejor posible, hemos instaurado unas pequeñas rutinas, que están funcionando la mar de bien, y que contribuyen a mantener la cordura familiar.

¿Te las cuento?

Por las mañanas yo tengo que "teletrabajar", y trato de respetar mi horario laboral, para poder organizarnos mejor en casa. Si me pongo ahora un rato, luego otro, más tarde un par de horitas... al final, la jornada nunca acaba. Por otro lado, en casa no tenemos despacho, así que... lo has adivinado! Trabajo con un portátil en la mesa del comedor... en pleno ojo del huracán.

Cada mañana me levanto temprano, y me pongo de 8 a 15 a trabajar, del tirón. Así todos en casa saben que por las mañanas no estoy disponible.... pero por la tarde... soy toda suya!!!

Pero teletrabajar toda la mañana, con dos niños de 7 y 9 años en casa, no es fácil. Papá trata de controlarlos y estar por ellos... pero aún así, la mañana es larga y puede ser complicada de llevar.

Por eso instauré desde el primer día una lista de tareas que los niños han de llevar a cabo de lunes a viernes. 

El domingo me senté con ellos y juntos elaboramos la lista, poniendo cosas asequibles y fáciles de realizar.

Lo primero es vestirse. En esta casa nos vestimos todos cada mañana! Nada de ir todos en pijama todo el día... Eso hace que el día y la noche se junten y se eternice todo un poco. Así que, aunque sea un chándal cómodo, algo hay que ponerse.

Lo segundo es hacer las camas, doblar el pijama, ponerlo en su lugar, y llevar la ropa sucia al cesto. Papá se encarga de nuestra cama, mientras cada pequeño hace la suya, y todos se ayudan mutuamente.

Quedan las camas de los peques bien hechas? No, por supuesto! Pero da igual. Desde el primer día decidí que esto no son unas vacaciones, ni tampoco un campamento militar. Ellos se entretienen, y liberan la carga doméstica... y yo puedo teletrabajar un poco. No pido más.

Hecho esto, lo siguiente que deben hacer cada día son deberes. Cada uno trajo el jueves pasado una serie de fichas y material que les dieron sus maestras, y cada día deben hacer un poco. Si tienen dudas, su padre les va ayudando. Si... siempre hay alguno que se escapa y viene a mí con sus dudas, pero se las resuelvo en un momento, le recuerdo que por las mañanas yo estoy trabajando y no puedo distraerme mucho y les mando de vuelta con su padre... Paciencia. 

Hay que tener en cuenta que estamos todos juntos en el comedor... ellos me ven en todo momento... y yo les veo y oigo en todo momento también...  Así que es difícil para ellos no venir en un momento dado a mostrarme algo. Yo trato de tomarlo con calma... porque en el trabajo también me distraigo cuando algún compañero me comenta algo, o me cruzo con alguien de camino al baño. La actitud calmada es una buena aliada.

Cuando acaban los deberes...suele haber un momento de "descontrol", y no hay día en que alguno no venga a preguntarme: y ahora que hago?

Pero yo siempre tengo la misma respuesta preparada: mira la lista de tareas que hicimos, y vez haciendo!

Ellos saben que no es necesario hacer todas las tareas cada día... La lista, simplemente, les da ideas, opciones, para que vayan haciendo sin tenerme que preguntar. Y, qué hay en la lista?

Además de lo que ya he comentado, en la de ambos hay un ratito de lectura, y un rato dedicado a ordenar la habitación. Y luego ya, cada uno tiene unas tareas específicas.

Helia (7 años): barrer la terraza, limpiar la barandilla de la terraza, y fregar el suelo de la terraza.

Erik (9 años): pasar la aspiradora por la zona de las mascotas (es donde más suciedad se acumula), pasar la aspiradora por el cuarto de baño (pelos!!!, siempre pelos!!), y quitar el polvo (cada día lo quita de un lugar diferente: comedor, habitación de matrimonio, la infantil...).

La verdad es que cumplen con sus tareas de un modo eficiente! Se las toman en serio y aunque a veces necesitan ayuda (llenar el cubo de la fregona, o retirar algún objeto delicado para limpiar debajo) cada día ganan mayor autonomía. 

De mientras papá supervisa y hace otras tareas de mayor "complejidad". Cada uno a lo suyo!

Y cada día anotan en un cuaderno las tareas que han realizado, para dejar constancia de su labor y compartirla conmigo, ya que por la tarde me las enseñan.

Las tardes son de ocio. Pueden hacer lo que quieran. Ahí si que aprovechan para ver una película, jugar a algún juego de mesa con nosotros, jugar en la terraza, jugar con "sus cosas"... Ellos mismos! Yo estoy disponible para lo que ellos quieran. Por la tarde.... soy suya!!!  Y es cuando papá aprovecha para avanzar cosillas de su trabajo... porque aunque de momento sus compromisos están anulados, en algún momento la agenda se desatascará y deberá estar preparado y con todo al día!

Lo que más me gusta, es que muchas mañanas, cuando mi hija sale a barrer la terraza, la hija pequeña de los vecinos de arriba sale a su balcón. Tendrá unos dos o tres años menos que la mía... y ahí estan las dos... hablando como dos vecinas de pueblo de las de antaño. Que si su bebé no le come, que si espera que voy por mi traje de princesa... no tiene desperdicio! 

Y al final de la semana... tendrán una recompensa. Revisaremos todas las tareas que han ido haciendo cada día.... y si han cumplido con sus obligaciones y no ha habido mucho follón en casa... tendrán un premio.

El premio... tiene miga. Serán "monedas mamá". Les daré una paga en papeles que dibujaré yo misma. Y cuando todo esto acabe... les cambiaré las monedas mamá por dinero de verdad. Pero en este momento... en mi cartera hay telarañas, y no les puedo dar nada real.

Para mi sorpresa lo han tomado genial! Y están deseando recibir sus primeras "monedas mamá" y saber cuanto valen al cambio. Esto, lo tendré que acabar de pensar...

Y tú? Qué nuevas rutinas has adoptado en casa para llevar mejor la situación? 

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