Hoy te traigo una propuesta que de tan sencilla que es no llega ni a receta!
Casi no tengo fotos, porque no pensaba ni publicarla, pero tras haber recibido varias peticiones, me he decidido a compartir contigo el "secreto" de mis patatas asadas, o patatas al horno (como yo las llamo).
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| Patatas al Horno |
Entra y te cuento 😉
- Patatas
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Romero
- Sal y Pimienta
PREPARACIÓN:
Pon a precalentar el horno a 180º.
Lava bien las patatas bajo el grifo. La idea es que te las puedas comer con piel, si te gusta. En casa todos nos las comemos con ella... así que un buen lavado es necesario.
Corta las patatas por la mitad, tratando de que más o menos te queden dos mitades iguales. Yo siempre intento escoger patatas de un tamaño similar, y que sean bonitas... con la piel lisita y buen color. Ya que me la voy a comer, pues que tenga la mejor pinta posible, no?
Coloca las patatas cortadas en una fuente apta para horno. Yo suelo usarlas de esas de vidrio transparente porque así las llevo a la mesa directamente en ella, y queda bonito. En la foto están en la fuente de vidrio, encima del salvamanteles.
Pon un poquito de sal encima de las patatas, y si te gusta pon un poco de pimienta. En mi caso sólo pongo la pimienta en las que nos vamos a comer mi marido y yo, el resto las dejo sin porque a los niños les gustan más sin ella.
Aprovechando que me compré una planta de romero hace poco, en esta ocasión apliqué una novedad a la receta. Corté una ramita de romero, la lavé bajo el grifo y con unas tijeras la fui cortando pequeñita encima de las patatas. Le dio un punto distinto de sabor y un olor delicioso!
Pero si no tienes romero... no pasa nada! No es obligatorio.
Por último regamos las patatas con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y añadimos un poco de agua a la fuente. Yo trato de añadirla por un lateral para que no caiga encima de las patatas y se lleve la sal y la pimienta. Sí, otra opción sería poner primero el agua y luego las patatas...pero siempre me olvido y he de añadirla al final.
El agua ayudará a que las patatas no se nos quemen ni enganchen a la fuente. Si en algún momento ves que se "seca", puedes abrir el horno y añadir un poco más.
Mete la fuente con las patatas en el horno unos 35 minutos. En función del tamaño de las patatas se harán en 30 o en 45 minutos. Mi consejo es que cuando lleven media horita las empieces a vigilar. Si ves que se están "tostando" por arriba, abre el horno y pínchalas con un palillo para comprobar que por dentro están bien tiernas. Y si lo están.... sácalas!
A mi me gustan un poco doraditas por arriba, pero para gustos los colores.
Sírvelas de inmediato... y a disfrutar!!!
Son un acompañamiento perfecto para carnes y pescados, nosotros en esta ocasión las utilizamos para acompañar un cordero a la plancha. Y pese a que hice una fuente entera de patatas... no sobró ninguna!
¿Y tú? ¿También las preparas así? ¿Cuál es tu secreto?
Riquísimas! Es una receta sencilla pero no deja de tener sus trucos y sus tiempos. Nosotros las preparamos más menos igual pero sin el agua. La próxima vez añadiremos un poco y seguro quedan más jugosas.
ResponderEliminarLo que hacemos a veces es ponerles un poco de mantequilla arriba, muy poquita y también les da un toque 😉 Te cuento el resultado! @mimamuxi
El agua ayuda a que no se peguen o se quemen de abajo. Lo de la mantequilla me lo ham recomendado ya varias personas, así que...tendré que probarlo.
EliminarAbrazos
te mando mi nueva dirección. Un beso
ResponderEliminarGracias Susana!
EliminarSuper ricas, con el romero y la pimienta le da un toque y bastante sabor. Mucho más sano que comprar patatitas de bolsa y no es difícil de hacer.
ResponderEliminarExacto. Es fácil, sano y delicioso. Y tampoco se tarda tanto.
EliminarAbrazos
Sencillas y buenísimas, como tu dices un guarnición fantástica para cualquier plato, gracias por compartirla. Besos.
ResponderEliminarUn placer. Es un básico que todos tendríamos que saber preparar. Saca de muchos apuros!
EliminarAbrazos