Época de cambios

 Y de nuevo toca época de cambios y reajustes en casa, porque nuevamente... cambio de trabajo.

Recuerdo como si fuera ayer cuando entré en el blog para contarte que había encontrado el que hasta ahora era mi trabajo (puedes leerlo AQUÍ).

Poco me imaginaba yo, cuando hacía planes para compaginar mi horario con la recogida de los niños del colegio, que a las dos semanas de empezar a trabajar nos confinarían, cambiando por completo el panorama. 

Y casi sin darme cuenta los meses pasaron, entre el teletrabajo y el trabajo semipresencial...hasta que el final de mi contrato empezó a acercarse a una velocidad de vértigo. 

Y es que el día 30  de este mes mi contrato vencía, y yo me veía de nuevo sin empleo, y con apenas un mes de prestación por delante.

Pero bueno, dicen que Dios aprieta pero no ahoga, y aunque yo no sea creyente... parece que el refranero popular ha estado de mi lado.

En el mes de septiembre una compañera me pasó una oferta de empleo, y aunque no me apetecía nada cambiar de nuevo, dadas las circunstancias, decidí probar suerte y enviar el currículum.

El proceso de selección se alargó un poco en el tiempo, como es habitual hubo examen de conocimientos, y finalmente entrevista de trabajo.... on-line...pero entrevista al fin y al cabo.

Y el martes pasado me llamaron y me dijeron que me habían seleccionado!

Siento una mezcla de tristeza y alegría.

Por un lado, me siento como marchándome de un trabajo al que nunca llegué a incorporarme! Y es que con el confinamiento, el teletrabajo, la semi-presencialidad... apenas he estado ubicada en mi puesto físico de trabajo y ya me veo dejándolo.

Me da pena no haber podido coincidir más con mis compañeros, grandes profesionales y personas... y ya dejarles.

Pero por otro lado, necesitaba asegurar los ingresos de la familia, y con este nuevo trabajo lo hago. De nuevo me incorporo a un proyecto conocido, para jóvenes, pero llevando únicamente el área de formación. Serán tareas más concretas y específicas que las que hice en la anterior ocasión que llevé el programa, pero igualmente serán tareas ya de algún modo conocidas.

El proyecto me asegura trabajo hasta julio del año que viene, con lo que podremos estar tranquilos por un tiempo, y además generaré una nueva prestación de desempleo...para el siguiente cambio!

Iré a trabajar a la capital, a la promoción económica más importante de la zona! Y eso hará que seguramente aprenda mucho y que pueda crecer a nivel profesional. Pero tendré una horita y cuarto de desplazamiento para llegar a mi puesto de trabajo... un pelín más lejos que ahora.

El horario está pendiente de definir, mañana cuando me incorpore me dirán, pero lo que sí ya es seguro es que trabajaré dos tardes a la semana....una más que en la actualidad.

En resumen: más lejos y peor horario.... Pero: mayor duración del contrato, mejor salario y empresa importante.

Como todo...pros y contras... Aunque la clave estaba en que no había mucho que decidir. Quedarme sin empleo o asegurar el tiro hasta julio. Estaba claro.

Ahora mi "miedo" es perder ciertas cosillas que hasta ahora había logrado consolidar, como el llevar a la peque a rítmica martes y jueves y compartir el ratín del camino de charla con ella, y el salir la tarde de los miércoles a caminar por la montaña con el peque a solas.

Seguro que mi nuevo horario me hará cambiar esas cosillas... porque trabajando dos tardes....con algo se solapará. Tocará reestructurar rutinas de nuevo y volver a encontrar la manera de conciliar, y de tener momentos para disfrutar de los peques a nivel individual.

Una nueva puerta se abre frente a mi, un nuevo camino que recorrer, y tengo ganas de empezarlo y ver a donde me lleva!