Se acabó lo que se daba

Hace unos días te escribía para contarte lo feliz que me encontraba por estar desempleada, lo bien que lo estaba llevando, a que estaba dedicando mi tiempo...(si te lo perdiste AQUÍ te lo dejo)

Y ahora, se acabó lo que se daba! Me han llamado de una borsa de empleo en la que me apunté en diciembre, para decirme que tenían una vacante... Así que la semana que viene "me incorporo a filas" y se me termina la "buena vida".

Y me siento, rara, con una mezcla de sentimientos inusual en mí. Estoy contenta, y a la vez me siento triste... por perder lo que ya tenía y estaba disfrutando.

Y es que estos cierres e inicios de etapas siempre dan un poco de miedo.

Por un lado no puedo evitar sentirme feliz! Me han llamado para trabajar en un sitio en el que ya estuve hace unos años, y en el que hay un ambiente de trabajo genial. La persona responsable del servicio en el que estaré, es sencillamente encantadora. 

Llevaré un proyecto que ya he gestionado en otras ocasiones, y que no me desagrada en absoluto. Es más... me parece que es un buen proyecto para el momento vital en el que me encuentro.

Por otro lado las condiciones laborales son buenas, puesto que el horario será de 8 a 14.30 y los lunes hasta las 18.30. Es absolutamente perfecto! Pues aunque tardo una horita en llegar al trabajo... me dará tiempo de comer algo allí (o por el camino) y recoger a los niños a diario. Y el lunes, pues como es el día que su abuela viene siempre a pasar la tarde con ellos... está fantásticamente resuelto.

Así que por ahí.... todo bien. Cómo para decir que no!

Pero.. pero... pero... por otro lado, pues estoy triste.

Porque pese a lo bueno del horario, sé que volverán las carreras. Y es que aunque parezca mentira me da el tiempo bien justito para engullir y estar en la puerta del cole a las 16.30. Tendré que salir a las 7 de la mañana de casa llevando todo lo necesario (meriendas, mochilas de extraescolares...) porque no me va a dar tiempo de pasar por casa. Fijo que algún día me dejo algo....

Volverá a estar la casa hecha un desastre... porque sólo tendré la tarde del miércoles para estar en casa, y el fin de semana (el resto están ocupadas con actividades de los niños), y obviamente entre estar con los peques, y hacer "los mínimos" (compra, lavadoras, cocina, limpieza superficial de baño y cocina...) ese tiempo volará. Así que mal que pese... ya me veo que poco a poco, mi hogar irá convirtiéndose en mi "preciado vertedero".....con montañas de ropa por guardar, polvo acumulado en los muebles, cajones y armarios desordenados....

Y luego está el tema del blog. Ay mi blog!!! Justo ahora que lo había conseguido retomar de pleno! Ahora que ando publicando 4 posts a la semana! Qué pasará con eso? Conseguiré tiempo para mantenerlo??

La respuesta, mal que me pese, me la sé también. Día a día le irán pasando "cosas" por delante: ver una peli con los niños, llevarles a patinar un rato, preparar las fiambreras del día siguiente, recoger alguna lavadora... Y probablemente mi ritmo de publicación irá poco a poco cayendo... 

Trataré de no abandonar! En la medida posible quiero mantener un post a la semana y el recopilatorio de recetas (con lo que me ha costado arrancarlo!!). Eso he de sacarlo adelante sí o sí. Pero el resto.... pues bueno, ya se verá!

Y ya lo de pasarme horas en la cocina, manejando los pucheros.... pues como que tampoco lo veo factible. El caldo volverá a ser de brick me temo...

En fin. Lucharé como siempre hago por no "perder" todo esto que en esta pausa vital he logrado. Pero he de ser realista y reajustar mis expectativas, porque sino... mi amiga frustración me acabará destruyendo.

Ya te iré contando como lo voy capeando todo, y que logro mantener y que me veo obligada a dejar caer por el camino. De momento, a centrarme en la parte feliz de todo ello.