Siempre con negras

Cuando juego al ajedrez siempre me gusta jugar con negras, así que si me dan a elegir que piezas quiero, no he de pensarlo demasiado.

La mayoría de jugadores prefieren jugar con las blancas, pues son las piezas que abren la partida, y por tanto se considera una ventaja jugar con este color, ya que es el que tiene la sartén por el mango, al ser el que realiza el primer movimiento.

Jugar con negras, es por lo tanto una desventaja, ya que el otro es el que toma la iniciativa en la partida.

Y sabiendo todo esto... yo siempre elijo negras.

Nunca me había parado a pensar en porque lo hacía. Simplemente, siempre escojo negras, y veo como el otro jugador acepta feliz de poder jugar con blancas.

Podría pensar que la razón es simple: me gusta el color negro, así que me gusta jugar con negras.

Pero el motivo... no es tan sencillo. Cuando juego con negras me siento cómoda, ubicada en el tablero, capaz de hacer frente al adversario. Cuando juego con blancas... no. Me siento como pez fuera del agua, no encuentro mis propias piezas y llego incluso a confundir posiciones. 

¿Por la falta de costumbre? Podría ser. Al jugar menos con esas piezas me cuesta más "hacerme con ellas".

Pero de nuevo... la explicación no me convence. 

Entonces, ¿por qué las negras?. Pues tras pararme a pensarlo... creo que la respuesta que más se podría acercar a la realidad, es admitir que el verdadero motivo es: que juego al ajedrez como vivo mi vida.

Nunca me ha gustado "ser la primera" en algo, prefiero que haya otros "marcando el camino". Así que no me gusta llevar blancas, porque no me gusta tener la responsabilidad de abrir yo la partida. No me gusta "marcar" yo el tablero con ese primer movimiento, y condicionar al otro con él.

Soy una persona de "reacciones". Prefiero que el otro empiece la partida, y ser quien reaccione respondiendo a ese primer movimiento. Me gusta tener "ese falso tiempo extra" para ver lo que ha hecho el otro y dar yo mi respuesta.

Y aunque esté feo decirlo, soy buena con negras. Soy buena reaccionando a los movimientos del otro. Puede que no gane la partida, pero veo el paso que el rival da, y doy una buena respuesta. Creo que soy una jugadora "dura", de esas que sin técnica alguna, y sin conocimientos de juego, es capaz de hacer sudar al otro.

Y es que es mi estilo de vida. Reaccionar y plantar cara. 

Hecho de menos que en ajedrez no se pueda "pasar", porque a veces, realmente no sé que pieza mover. Y me encantaría poder pasar... para que el otro moviera y así yo podría reaccionar y responder a su movimiento.

Pero como en la vida misma... no existe esta opción, y me guste o no, a veces me toca tomar la iniciativa y decidir que pieza mover. Tampoco en la vida se nos pregunta si blancas o negras... tocan las que tocan.... y nos vamos moviendo con mayor o menor acierto.

Y cuando me toca demasiadas veces seguidas ir al frente, abriendo paso y decidiendo... me agoto, porque no es mi opción natural de juego. Así como no es mi manera natural de vivir.

Por eso... y si no te importa... cuando juguemos... negras por favor.