Pues como que ya tocaba... he decidido empezar a cuidarme un pelín otra vez, y lo he hecho con una asignatura que tenía pendiente desde hace años: cuidarme la espalda.
Allá en el 2015, encontré en la inmensidad de internet, unos ejercicios para cuidarse la espalda que eran muy parecidos a los que hacía cuando me enviaban a rehabilitación. Era una serie de unos 8 ejercicios, con su dibujito y su explicación correspondiente.
De modo que los imprimí y me los llevé con la intención de empezar a hacerlos en casa. ¿Y que pasó? Pues que se quedaron en un cajón, a muy buen recaudo y nunca más se supo.
En una batida de limpieza, de esas en plan de no dejar títere con cabeza, encontré de nuevo las dos hojitas impresas con su grapita… y las dejé en mi habitación, a la vista, para ver si era capaz de reorganizarme y ponerme a ello.
Y la cosa es que sin saber como... la semana pasada, una tarde, mientras los niños cenaban, agarré una colchonetilla, la tiré al suelo, cogí la lista de ejercicios... y me puse a ello.
Para mi sorpresa al día siguiente, notaba mi espalda más ligera.... al tocarme la zona de las cervicales no sentía la mítica punzada de dolor.... Tampoco es que la zona estuviera "relajada", la "bola dura" seguía ahí... pero sin doler.
Así que al día siguiente, le puse la cena a los niños.... y me tiré de nuevo al suelo. Mi hija me dijo: ayer dijiste que harías ejercicios día sí día no!. Y yo, sonreí y le contesté: sí, pero me he animado.
Y así me animé, y cada día, mientras mis hijos cenan... yo me tiro al suelo con mi tabla de ejercicios y los hago todos religiosamente.
Y de momento... no va mal! Son ejercicios sencillos, fáciles, que no roban mucho tiempo... y si a largo plazo me van ayudando a estar menos contracturada y tener menos dolor.... bienvenidos sean!!!
La verdad es que me arrepiento mucho de no haberme puesto antes con ellos... de haber buscado mil excusas para no hacerlos, cuando realmente es algo tan sencillo.
Recuerdo una vez que fui a la doctora porque me había quedado "enganchada" de la espalda... allá en el 2016... y me recetó unas pastillas y me envío a rehabilitación, no sin antes decirme: "con la espalda siempre es lo mismo... Venís buscando una pastilla que alivie el dolor, cuando la mejor medicina es dedicarle unos minutos al día, haciendo estiramientos y un par de ejercicios más... y en la mayoría de casos el dolor no volvería. Pero nada... nadie lo hace."
Yo no sé si ese es el secreto... la verdad, no sé si esta rutina me librará de tener dolor para siempre... pero oye, de momento mal no me va... así que... ¿por qué no intentarlo?
La pastilla es la solución fácil, pero al menos en mi caso, ni me quita del todo el dolor... ni me resuelve el problema... Así que, a ver si consigo mantener esta rutina y puedo hablaros de los beneficios a largo plazo.... que espero existan de verdad.
¿Y tú? ¿Ya te cuidas?
Yo hago chikun. Un beso
ResponderEliminarLa cuestión es hacer algo para cuidarnos un poco!
EliminarUn abrazo
Hola!!!!
ResponderEliminarPues mira, me alegro de que te esté funcionando. Sí es que al final es como todo, hay que ponerse. Ya sea para llevar ritual de cuidarte la piel, la espalda o el cuerpo entero. Lo difícil es empezar, dicen.
Así que el paso más complicado ya lo has dado, ahora es cuestión de seguir adelante.
Un beso!!
Empezar y mantenerlo... porque sé por experiencia, que a la que te lo saltas un día... poniendo cualquier excusa... se acabó.
EliminarAsí que, a ver si no bajo la guardia!
Un abrazo y me alegro muchísimo de verte por aquí de nuevo!!!
y por aquí pienso quedarme!! es que he estado algo out en general, de redes sociales de los blogs y de mi rinconcito, pero ya he vuelto!!
EliminarMuuaaaa
Genial!!!! Un abrazo fuerte!
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