Podría bien ser el título de una nueva película española... pero es más bien el mejor título para definir mi mañana.
Hoy papá se fue a entrenar por la mañana. A menudo aprovecha la tranquilidad de los domingos para hacer su tirada larga, es decir, hacer la salida de más quilómetros y por lo tanto de más tiempo de toda la semana.
Y yo, me quedo en casa...al frente del hogar! Durante unas horas, la casa es mi feudo, a compartir con dos peques y un conejo!
Suelo aprovechar para poner y tender alguna lavadora, y hacer alguna de las archiconocidas tareas del hogar: limpiar el baño, pasar la aspiradora o cualquier otra mandanga igual de divertida.
A veces, incluso aprovecho para adelantar trabajo o escribir tranquilamente en el blog.
Obviamente, para poder hacer estas tareas, necesito echar mano de mi aliada en fin de semana: la tele y los dibus.
Entre semana no la encendemos cuando están los peques para aprovechar el tiempo en familia, pero el fin de semana (como ya os expliqué) es otro cantar. Y la caja tonta se convierte en mi aliada durante un par de horas.
Luego siempre la apagamos, nos vestimos y nos vamos!! A disfrutar del aire libre y a hacer alguna actividad que nos guste!
Y hoy ha tocado estrenar balón nuevo!! Hemos ido un ratito al parque, para satisfacer la demanda de la peque de hacer castillos de arena, y las ansias de columpio del grandullón.
Y luego.... de cabeza al césped! A luchar con el balón!!! La verdad es que ninguno de los tres tiene mucho estilo, ni conocimientos futbolísticos, pero lo hemos pasado en grande!
La peque se abrazaba a la pelota y la manejaba con las manos como quería, el grandullón me cambiaba mi portería de sitio a conveniencia, de modo que siempre me marcaba gol (es imposible defender la meta cuando no sabes de que árbol a que árbol va!!), y yo tropezaba con mi hijo cuando intentaba regatear!
Hemos reído, corrido y disfrutado al máximo! Recordando los tiempos, ya lejanos, cuando yo salía con mi hermano y mi padre a darle patadas al esférico!
Cuando mis hijos sean mayores, también lo recordaran...sólo que ellos podrán recordar indistintamente cuando daban patadas a la bola con su padre y con su madre, puesto que en esta casa a nadie se le caen los anillos por salir a defender un larguero o marcarse unos regates con el mejor de los estilos!
Qué bien! Seguro que recordaran estos momentos. Todo lo bueno se retiene. Lo malo, por suerte tenemos una habilidad especial para borrarlo del disco duro. Un besazo guapa y a disfrutar de más momentos como ese!
ResponderEliminarTotalmente cierto!!! Yo lo malo lo olvidó en un plis plas.... trato de concentrarme en los buenos momentos del día a día!
EliminarQue divertido. En mi casa los peques son muy aficionados al futbol sobretodo el mayor que busca cualquier excusa para practicar y echar un partidillo. Que bonitos recuerdos tendrán. Un beso
ResponderEliminarSi que espero tengan buenos recuerdos, como los tengo yo!! Mi hijo justo ahora parece que se empieza a aficionar. La peque...en fin...con formar parte del sarao, sea el que sea, ya está contenta!
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