Modo bicho bola

 Este viernes Erik volverá a pasar por quirófano para quitarle otro colesteatoma. Estamos ya en plena recta final, y eso hace que yo esté cada vez más en modo bicho bola.

Y es que a veces, me siento como si cada día me fuera replegando sobre mi misma un poco más, como hacen los bichos bola, para auto protegerse del exterior.

Me repliego en mi misma, me alejo de la gente, huyo de las conversaciones... y me centro únicamente en los míos.

Y es que estos días me siento frágil, como a punto de romperme. Y el hacerme bola, me permite sentirme más fuerte.

Rehúyo el hablar con la gente, porque no quiero arriesgarme a que me digan cosas que me hieran. Apenas nadie en mi entorno sabe que vuelven a operar a mi hijo.  Únicamente la familia directa, mi jefa, dos compañeras de trabajo, un par de amigos a los que este fin de semana decidí avisar, las maestras de los peques, y una mami de la clase de Erik a la que se lo contó con su hijo.

Y ya. Nadie más. No me siento con fuerzas para hablar de ello. No me apetece responder a todo tipo de preguntas que a veces, de manera bien intencionada, la gente hace. 

Ya te conté hace tiempo, el daño que podían hacer las palabras de la gente en este POST. Y es que a veces, según que... duele mucho.

Pero a la vez que no quiero hablar de ello, necesito hablar de ello. Y de tanto en tanto, escojo personas de máxima confianza, de entre el grupo de "enterados de la noticia" y trato de hablar con ellos.

Y a veces....acabo llorando, y reafirmando mi necesidad de hacerme bicho bola. Como cuando llamo a alguien que conoce perfectamente lo que estamos pasando... y ni pregunta por ello. Ni un cómo lo llevas?, ni un cómo está el niño?, ni un ya queda poco....os han llamado del hospital?....nada. Como si el tema... no existiera. Y cuando cuelgo, lloro....escondida... en silencio.... 

Y entiendo que tal vez no pueda hablar del tema.... pero, arriesgarte a salir del modo bicho bola, hacer el esfuerzo máximo de coger el teléfono y tratar de hablar y ver que no obtienes el consuelo buscado... En fin... me dan ganas de no salir del modo bicho bola jamás. Es como cuando el pobre bicho bola se atreve a estirarse, y a caminar.... y el niño "gracioso" aprovecha para tocarle con un palo... 

Pero entonces, sucede. Y ese amigo con el que hace demasiado que no hablas... pero al que siempre le has tenido mucho cariño... porque es un AMIGO, se comporta como tal. Y te da el espacio y el tiempo para hablar. Y no rehúye el tema, ni lo minimiza... tan sólo escucha, apoya, y se pone de tu lado. Te pregunta como estás, como está Erik, te ayuda a centrarte en lo "bueno", pero sin perder la perspectiva de "lo malo", y te abraza... en la distancia, con sus palabras.

Y sucede, que la profesora de mi hija, con paciencia infinita, me escucha, me apoya, me asesora sobre como ayudar a Helia a pasar por este trance. Porque esta vez es más mayor, más consciente, y está sufriendo mucho. Y intercambia conmigo mails infinitos, en las que le cuento y comparto con ella.... lo que prácticamente no comparto con nadie. 

Y entonces pienso, que tal vez mi error es buscar el apoyo en las personas equivocadas. Que he de elegir mejor. Y que he de buscar ayuda en quienes no fallan. Y hay personas que me han sabido acompañar siempre, en todo a lo que me he enfrentado. Pero por no molestar.... no acudo a ellas. 

Y acudo a quienes la costumbre me lleva a acudir.... a quienes se acude manera automática y sin pensarlo. Pero no me doy cuenta que también tienen su propia carga... su propia forma de enfrentarse a ello... y he de respetarlo, ser adulta, y avanzar.

Uno no siempre está en buen momento para cuidar. Así que voy a dejarme cuidar por los que en estos momentos son buenos cuidadores. Y dejaré de buscar apoyo en quien no puede dármelo. Porque sino lo único que voy a conseguir es sumar más dolor a mi dolor. Y perdona, pero ya no puedo sumar más.

Y, claro, siempre me quedará hablar contigo. Contigo puedo sacar lo que necesito....siempre me escuchas. Y como no puedo ver tu cara, ni puedo oír lo que digas... pues siempre, me vienes genial. 

A ver si vuela la semana... y otra más.... para que todo vuelva a la "normalidad", y este mísero bicho bola...se vuelva a estirar.