9 nov 2020

Teletrabajo, telextraescolares, teledeberes...

Últimamente todo parece estar volviéndose un poco "tele".

Y es que a causa del tristemente famoso coronavirus, todo poco a poco o abruptamente... se va convirtiendo en "tele".

Y nos vamos acostumbrando a ello. Mayores y pequeños, nos adaptamos al cambio e incluso, en algunos casos, lo acabamos hasta disfrutando.

Y es que lo tele... tiene su lado bueno, y eso no podemos negarlo.

Apenas dos semanas después de comenzar en mi nuevo puesto de trabajo, y cuando aún me encontraba adaptándome a las nuevas rutinas... aparecieron nuevos cambios: me mandaron a trabajar desde casa, como mínimo hasta el 27 de noviembre.

Toda mi organización dio un nuevo vuelvo. Ya no hacía falta madrugar para ir a la oficina, ni agobiarme con el trayecto en ferrocarril y metro, ni comer en mi puesto un bocata para llegar a recoger a los peques al colegio.

Ahora vuelvo a trabajar desde casa, y por lo tanto, nuevamente madrugo menos y me libro de las horas invertidas en trayectos. Ya puedo comer caliente a medio día! Comida casera y sana. No diré que recién preparada... porque trabajo hasta las 15 horas, pero al menos si recién calentada!

El punto malo es que de nuevo he abandonado la lectura, ya que había retomado mi hábito de leer en el ferrocarril y el metro. Al estar en casa... cuando dejo de trabajar, priorizo otras cosas del ámbito doméstico, y he vuelto a descuidar mi afición por la lectura. Mal. He de reorganizarme y sacar de nuevo tiempo para ello.

Otro punto malo es el aumento, otra vez. del consumo doméstico. Al vivir en un bajos interior, con poca luz, he de tener la luz encendida para poder trabajar... toda la mañana! Estoy tratando de reducir consumo, entrando la mesa de la terraza y ubicándola junto al ventanal... para al menos los días que hace claro poder apagar la luz a ratos.

De nuevo estoy usando mi propio ordenador... mis recursos de "estar por casa". Si bien, en mi actual empresa me han pedido una tarjeta de teléfono, para que no tenga que utilizar mi número para cosas de trabajo; aún no me ha llegado. Poco a poco.

A mi teletrabajo, se ha sumado el hecho que la peque, desde hace una semana, está haciendo "telerítmica"! Sí, lo has leído bien. Como actualmente no pueden hacerse extraescolares, el club de rítmica donde la peque disfruta de la práctica de este deporte, ha decidido pasarse a la teleformación. De modo que las dos tardes a la semana que la llevábamos a clase, ahora las hace desde casa... con el ordenador. 

Eso tiene pros y contras. Nos ahorramos desplazamientos... pero a cambio, tenemos que cederle el comedor en exclusiva durante una horita. Porque a ver... hay quien tiene habitaciones y casas espaciosas... pero hay quien no. Y para que pueda seguir bien su clase, y realizar los ejercicios que la entrenadora le pide, hay que ubicarla en el comedor, ya que es la estancia más espaciosa de la casa. 

Y así es como dos días a la semana, nos encerramos todos en la habitación de matrimonio libro o tablet en mano, mientras ella disfruta de su entrenamiento como buenamente puede.

Y cada fin de semana nos enfrentamos a los "teledeberes", porque los profes les ponen deberes en el aula virtual, para que vayan practicando y familiarizándose con el entorno, por si nos confinan sin cole de nuevo. 

Así que el ordenador saca humo! Teletrabajo, telerítmica, teledeberes.... Demasiada tele!

Y con todo me cuesta de nuevo encontrar espacio para dedicar al blog. Porque el ordenador....siempre está ocupado! Y aunque en casa ahora ya tenemos dos... es difícil encontrar turno. Porque con los teledeberes los peques siempre precisan ayuda y supervisión, y es prácticamente imposible hacer cosas propias de mientras.

Parece que este año, la adaptación va a ser continua! Porque el escenario es tan cambiante, que es imposible lograr que una rutina sobreviva más de dos semanas.

Pero bueno, aquí sigo, tratando de llevarlo con la mejor de mis sonrisas. 

¿Y tú? ¿Cómo llevas los continuos cambios que estamos experimentando? 


4 comentarios:

  1. Yo no tengo tantos cambios afortunadamente. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Menos mal! Tanto cambio es un poco vertiginoso! Saludos

      Eliminar
  2. Interesante ver todos los cambios que se producen en otras personas la verdad. Yo no tengo tantos y he notado como tú que ahorrando el tiempo de transporte y comiendo comida casera (antes comía de bares) estoy mucho mejor, pero también tuve que reestructurar mi vida un poco para encontrar el hueco de lectura (ahora lo pongo media horita después de haber terminado de trabajar, que ya me he despejado un poco y suelo tener ganas). Me imagino que dependiendo de la familia y la casa sea un lío con tanta tele. Ánimo con eso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que reestructurar rutinas para adaptarlas a nuestra realidad actual y a veces es todo un desafío. Me alegro de que hayas recuperado tu ratito de lectura.
      Y si, la comida casera sienta mucho mejor.
      Abrazos

      Eliminar

Por la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de datos te informo que al pulsar en el botón de "publicar" estarás aceptando la política de privacidad de este sitio.
La única finalidad es gestionar y moderar los comentarios. Tus datos estarán ubicados en los servidores de Blogger y no serán utilizados con fines comerciales ni publicitarios.
Responsable: Vanesa A.
Contacto: diariodeunamadresuperada@gmail.com