29 sept 2020

Las desgracias nunca vienen solas

Como te contaba ayer, despedir a una mascota el viernes no augura nada bueno.

Lo único que deseábamos era tener un fin de semana tranquilo, poder estar los cuatro solos, apoyándonos unos a otros... y poco más.

Pero el destino ya sabemos como es. Tiene sus propios planes que nada tienen que ver con los nuestros... así que... en lugar de estar relajados, asimilando la pérdida de nuestra querida mascota... pasamos medio fin de semana de médicos y hospitales con nuestro hijo.

Y luego yo me sorprendo de que mi querida ansiedad no me abandone...

Y es que el sábado a media mañana, mi pequeño se acercó a su padre, buscando un poco de intimidad, para compartir con él algo que le preocupaba. Desde hacía días notaba unas molestias y un ardor en su pene...y para "postres" aquella mañana había orinado sangre.

Aquello no era algo que pudiéramos dejar pasar. Así que padre e hijo se encaminaron hacia el CAP, para explicar lo que pasaba.

La visita al centro de salud no fue nada bien. De entrada no le proporcionaron ningún bote para la orina... y como lo tuvieron más de una hora en la sala de espera... el peque acabó necesitando orinar en el baño. Allí su padre contempló con horror como efectivamente, de allí salía bastante sangre. Así que no había dudas de que algo no estaba funcionando bien.

Cuando les tocó visitarse la doctora regañó a mi hijo por haber hecho pis en el baño... pues ahora necesitaban una muestra de orina y obviamente el peque no tenía ganas. Aquello nos tocó bastante la moral.... ya que por grande que esté, mi hijo no deja de ser un niño de 10 años... y que le regañen por algo que no estaba en sus manos de resolver... no me parece ni medio normal. 

La doctora insistió en que como fuera mi hijo tenía que conseguirle una muestra. Así que con esfuerzo y dolor... mi peque la logró. Para sorpresa de mi marido y de mi hijo, cuando volvieron a la consulta con la muestra, la doctora les dijo que no disponía de medios para hacer un análisis de orina... ¿perdona??? Y que aquella orina no se podría conservar para mandar a laboratorio... así que lo que había que hacer era ir al hospital...

¿Perdona???? Lo siento pero no acabo de entender esta parte. Si no tenía con que analizar la orina... por qué coño le gritó a mi hijo, le regañó por haber orinado en el baño, y le obligó a conseguir una muestra? Muestra que acabó en la basura!!!!

Cagándose en todo mi marido se vino para casa con mi hijo, pues a lo tonto habían pasado más de dos horas, era medio día y el niño tenía hambre.

Después de comer mi marido se encaminó al hospital. Pero esta vez, en lugar de recurrir a la sanidad pública, como hicimos por la mañana, recurrimos a un centro privado, ya que pagamos una mutua de salud.

Allí a mi hijo le dieron su bote... por si acaso, le visitaron, le tomaron su muestra, la analizaron.... y a las dos horas mi marido y mi hijo salían de allí con su receta para comprar antibiótico.

Al parecer todo se debe a una infección de orina, cosa que ya suponíamos desde el principio. Aunque hay unos resultados, de un cultivo que le han pedido, que no saldrán hasta finales de semana.

El antibiótico hizo su efecto enseguida, y el peque dejó de orinar sangre a las pocas horas.... afortunadamente.

Pero nuestro fin de semana tranquilo se fue al traste... y nuestro duelo por la mascota perdida quedó ahí... aplazado... 

Y mi ansiedad...en fin... ya te imaginas. Parece que a veces las desgracias no vienen solas... y que las cosas tienden a complicarse. Y eso hace muy difícil que yo consiga relajarme.

Solo espero que el fin de semana que viene no sea tan intenso.

  



12 comentarios:

  1. Vaya susto. No me extraña que tengas ansiedad. Cuídate mucho. Un abrazo

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    1. La verdad es que últimamente me está costando un poco levantar cabeza. A ver si este fin de semana se presenta tranquilo y me puedo relajar.
      Abrazos

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  2. Está todo que da miedo. La sanidad pública super saturada. No saben si tienen pruebas o no.. todo tiene que ver con Covid y apenas te miran a los niños. Yo estoy liada de nuevo con la peque y estoy amargada. Fui a un privado pagandolo yo y tampoco me dejó tranquila. Mañana vuelvo a intentarlo con la pública. A ver si no tengo que irme al hospital porque ya no puedo más.

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    1. Es que hay cosas y cosas. Que están saturados es evidente...pero tratar mal al paciente...pues no creo que sea lo suyo. A ver si le miran bien a la peque ese cuellito y le dan con lo que sea.
      Abrazos fuertes

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  3. Cuando pasan eventos negativos en nuestra vida, automaticamente perdemos un poco de objetividad para reaccionar y por eso sentimos que todo sale mal, pero simplemente es eso no tenemos la suficiente lucidez para afrontar los nuevos sucesos, ojala hayas podido superar tus angustias y llevar a cabo tu duelo.

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    1. No te quito razón. Efectivamente nuestro umbral de tolerancia y capacidad de asimilar las cosas se ve dañado tras sucesos desagradables.
      En estos momentos mi duelo.sigue aparcado...porque mi hijo no se acaba de recuperar y eso eclipsa todo.
      Cuando él se recupere..seguiremos gestionando el resto de dolor.

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  4. ¡Menudo susto! No sé cómo de grande será el CAP que os corresponde, pero nosotros, en función de la urgencia, vamos al CAP o directamente al hospital... a veces es mejor prevenir que lamentar, sobre todo los que no tenemos seguro privado.

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    1. No es muy grande la verdad. Pero en esta ocasión estuvieron muy desafortunados.
      Tuvimos que acabar acudiendo a un hospital por un tema que creo se podría haber resuelto en el CAP. Una pena...porqur eso hace que todo colapse más.
      Un abrazo

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  5. ¡Qué barbaridad!! ¿Cómo hemos podido llegar a esto teniendo la Sanidad que teníamos? Que susto, pobrete, me alegro de que en seguida se solucionara con el antibiótico. ¡Cuídate mucho tu también!

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    1. La verdad es que seguimos con ello. Porque el.dolor no se le va. A ver que dice el nefrólogo la semans que viene.
      Un abrazo

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  6. joeeeeeeeeeeer, madre mía como está el patio. Primero de todo, como dices, las desgracias nunca vienen solas, aquí me tienes, ya lo sabes.
    Por otro lado lo del tema de tu hijo. La doctora le echa la bronca delante mío y arde Troya, principalmente le hubiera soltado alguna perla en plan... si no hiciérais esperar a un niño, a lo mejor habría meado en el bote, pero encima, después de la bronca, os dice eso!!!! Pfffffff, de verdad que luego dicen que no tenemos paciencia, que están quemados, y mil cosas, pero qué quieres que te diga...
    Me alegro que al final, en el centro privado os atendieran bien y sepáis a ciencia cierta qué le pasa.

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    1. Yo no sé como mi marido pudo contenerse.... A ciertad cosas...no hay derecho.
      Un abrazo fuerte

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