Viviendo en el ¿mañana?

Desde siempre, o al menos desde que yo recuerde, tengo cierta tendencia a vivir en el "mañana" en cuanto a temas relacionados conmigo misma se refiere.

Y esto, no es bueno... nada bueno, al menos para mí.

Porque siempre hay algo que se interpone entre yo y mis necesidades, y eso sucede porque por supuesto, yo lo permito.

Cuidarme siempre ha sido mi asignatura pendiente. Nunca he conseguido mantener una rutina de autocuidados y de sacar ese tiempo para mi.

No es que quiera hacer nada del otro mundo, sólo lo típico... limpiarme la cara con un producto especial para ello, y ponerme una crema hidratante antes de irme a la cama. Cada día. Es algo sencillo, que apenas me tomaría unos minutos... y sin embargo... no lo hago.

Hubo un tiempo, cuando iba a la universidad, que logré hacerlo: cada mañana lavaba mi cara con un jabón y me ponía una crema. Y por las noches repetía la operación.

Pero luego, empecé a no hacerlo, a no "tener tiempo" y lo fui dejando. Los productos caducaron y se echaron a perder... los tiré... y nunca más se supo. Cuando me fui a vivir con mi marido, compré productos nuevos, con la intención de retomar mi autocuidado... pero no fui capaz de llevarlo a cabo, más que un par de días aislados.... Y ya, cuando llegaron los niños... ni hablamos.

Y siempre pienso, mañana. Siempre creo que llegará un tiempo futuro en el que tendré más tiempo o más ganas de hacerlo y lo haré. Y ese tiempo... ese mañana... nunca llega.

Lo mismo pasa con mi piel. Nunca consigo mantenerla hidratada. Tengo cremas hidratantes en casa, pero jamás veo el momento de ponerlas. La sensación que me queda después de ponérmelas no me gusta, da igual la marca y el tipo... me resultan poco agradables. Y eso no me ayuda a coger un hábito.

Con el pelo pasa lo mismo... siempre me lo lavo con prisas, y lo de ponerme una mascarilla o algún producto de ese estilo siempre queda pendiente... para ¿mañana?.

Y ya del tema del deporte mejor no hablamos. Alguna temporada he conseguido tomarlo en serio, y he estado incluso algunos meses saliendo un par de días a la semana a hacer marcha nórdica, o he conseguido estar algunos meses haciendo ejercicios para cuidar mi espalda en casa. Pero eso... un par o tres de meses y se acaba.

Y pienso, ya si eso lo retomo en vacaciones, o cuando pase el verano que no haga tanta calor, o pasadas las navidades ya si eso.... mañana.

Y ya hace tiempo me di cuenta de que ese mañana no va a llegar nunca. De que si realmente quiero cuidarme y hacer algo para mi y por mi...he de hacerlo hoy, ahora!.

Porque sí que tengo tiempo. Lo del tiempo es una excusa que me pongo a mi misma para no hacerlo hoy. Y me digo, cuando los niños sean mayores. Pero van siendo mayores... y sigo sin sacar tiempo para mí. 

Siempre antepongo cosas. Cuando no es que los niños querían pasear, es que querían jugar a algún juego de mesa, o que tenían hambre... o que estaban malos... o cualquier otra cosa. Y eso ha echo que no saliera a hacer deporte, o que me diera prisa por salir de la ducha...o que al llegar a la hora de acostarme estuviera muerta de cansancio.

He de aprender a sacar tiempo para mí. A concederme la importancia que merezco y sobretodo a ser honesta conmigo misma. 

Ya basta de dejarlo todo para mañana. O lo hago hoy.... o dejo de engañarme y me digo a mi misma: nunca! Porque simplemente eso no va conmigo, o no me motiva lo suficiente y no voy a hacerlo. Y así al menos no gastaré de tanto en tanto algo de dinero en cremas y utensilios que jamás usaré. Porque siempre habrá un mañana para posponerlo todo... hasta que ya no haya un mañana para nada.

¿Y tu? ¿eres de vivir el hoy, o como yo te autoengañas para vivir el mañana?