Los ositos solidarios

Creo que  nunca te he contado que a mis hijos les gusta mucho un serie de dibujos animados llamada Somos Osos. La serie la protagonizan tres osos, Pardo, Polar y Panda; cada uno con un carácter y personalidad bien diferenciado... pero los tres con un gran corazón.

La semana pasada, mis hijos vieron un anuncio en televisión, y me avisaron rápidamente que se podían comprar los peluches de tan simpáticos personajes. Me lo explicaron atropelladamente, y su padre y yo buscamos el anuncio por internet, para ver de que trataba.

Polar y Pardo

Para nuestra sorpresa, no era el típico anuncio de juguetes! Nuestros amigos Pardo, Polar y Panda estaban colaborando con la Fundación Cris Contra el Cáncer. 

Los peluches se vendían en el supermercado Alcampo (se pueden comprar en tienda o por internet) por el módico precio de cinco euros, y los beneficios de la venta de tan simpáticos animalillos se irán directos a esta fundación que financia proyectos de investigación para el tratamiento y la cura del cáncer.  

Hay nueve modelos diferentes de peluches, y en la campaña participan también Famosa y Cartoon Network.

La verdad, te confieso que al principio pensé que el interés de mis hijos por la campaña era puramente por conseguir los peluches.... pero el domingo por la tarde mi perspectiva cambió.

Era la hora del baño, y estaba con mis dos peques en el lavabo, secando a la pequeña mientras el grandullón seguía en la bañera. Y sin previo aviso, Helia me preguntó que por qué Pardo, Polar y Panda eran osos solidarios.

Le expliqué que estaban haciendo una labor muy importante, animando a la gente a comprar sus peluches, y que por cada muñeco que alguien comprase, el dinero iría para investigar como curar la enfermedad del cáncer (en realidad el donativo son los beneficios...pero me pareció innecesario y enrevesado explicarles este concepto).

Entonces mi hija me dijo: y eso es super importante, porque esa es la enfermedad de la que murió Cesc.

No te lo he contado... porque hay cosas que las guardo en el apartado de "de esto no puedo hablar todavia", y esta la tenía ahí. El caso es que el pasado mes de julio... justo un día antes del cumpleaños de mi hijo, su profesor de ajedrez murió de cáncer. Cesc era para mi hijo mucho más que un profesor.... era un mentor, un ídolo, un referente, un punto de apoyo... No, no era un profesor de ajedrez... esa etiqueta no le hacía justicia... Cesc...era Cesc. 

Y en ese momento, tras la afirmación de mi hija en el baño, algo se encogió en mi interior. Esa frase suscitó una batería de preguntas... Mi hijo volvió a preguntar por qué no pudieron los médicos curar a Cesc, mi hija quiso saber como se cogía el cáncer.... Y yo fui contestando a cada una de sus dudas, con toda la paciencia y sinceridad que pude.

Entonces mi hijo hizo una curiosa reflexión: si los ositos sólo valen cinco euros... es muy poco!!!! Deberían ser más caros, para investigar más.

Yo le expliqué que pensaba que era un precio genial. Porque si bien es poco dinero... es un buen reclamo. La gente se puede animar muy fácilmente a comprar un peluche por 5€ y colaborar así con la causa. En cambio... si pides 20 o 30 euros.... pues mucha gente pasará de largo... y no colaborará.

Nuevamente mi hija soltó una de sus frases: lástima que los osos no recogieran dinero a tiempo para salvar a Cesc.

¿Qué quieres que te diga? Cuando salí del baño me fui directa hacia mi marido y le dije: hemos de comprar los osos. Realmente es importante para ellos.

Porque no... mis hijos no querían sólo los peluches. Mis hijos querían tener un gesto con su amigo, su referente, su ídolo, su profesor... Querían realmente colaborar con la causa, y me pareció que era absolutamente necesario hacerlo. Pensé que era un paso necesario para que ellos pudieran seguir su proceso de duelo.

Así que el lunes mi marido y yo fuímos al Alcampo más cercano y "adoptamos" no a uno ni a dos peluches... sino a cuatro!!!! Porque la campaña bien lo merece, y porque creo que son los 20 euros mejor invertidos de los últimos meses.

Ayer de camino a rítmica Helia me dijo: mami, Cesc estaría contento, porque ya no morirá nadie más.

Lamentablemente yo sé que no es cierto... pero me limité a sonreír y apretar fuerte su mano.

Y tu, ¿te animas a adoptar un osito? ADOPTA AQUÍ