Llagunes: Lo Pallé de Cal Bosch

Como ya os comenté hace unos días en el blog, nuestro destino vacacional de este año fue el pueblecito de Llagunes, donde fuímos a disfrutar de cinco días inolvidables.

Este año planificamos las vacaciones con tiempo, y por primera vez en muchos años, no hice una búsqueda por precio exclusivamente...sino que busqué zonas que nos gustan o nos llaman la atención... y busqué alojamientos que nos gustasen aunque tuviesen un precio algo más elevado que lo que acostumbramos a gastar. 

Tras realizar la mítica búsqueda en booking, hubo un alojamiento que se llevó el gato al agua: Lo Pallé de Cal Bosch. 

Vista de la zona de barbacoa en el patio común de lo Pallé de Cal Bosch

Tanto el alojamiento como el pueblo en el que estaba ubicado nos convencieron en seguida, así que hicimos la reserva... y hace ya un par de semanas, allá que fuímos.

¿Y cómo nos fue?

Pues nos fue genial! Tan bien, que apenas llevábamos allí unas horas, y ya estábamos convencidos de que habíamos hecho corto con la reserva! Nos quedamos cuatro noches... y efectivamente, cuando llegó la hora de irse, ninguno queríamos marchar todavía. Allí hay mucho por ver!

Nada más llegar llamé por teléfono a la propietaria, Maribel, quien se plantó en la puerta de la casa con nuestras llaves en menos que canta un gallo. Nos enseñó el apartamento y nos dio algunos consejos e intrucciones para el uso de la cocina y alguna cosilla más.

Nuestro apartamento estaba en la planta baja, así que entrábamos a él directamente desde el patio, pero Maribel nos mostró la entrada al resto de apartamentos, ya que en el recibidor había información de múltiples excursiones para realizar, y por allí se accedía a la lavandería.

A la derecha de la fotografía puedes ver la puerta de acceso al apartamento de la planta baja

Luego abrió la puerta del patio para que pudiéramos subir el coche a él y descargarlo. Ni que decir que esto facilita mucho las cosas, ya que pudimos poner el coche al lado mismo de la entrada al apartamento, y en un momento lo tuvimos ya todo dentro. 

Una ventaja de estar en la planta baja es justo esta, que no has de subir y bajar escaleras y que en un momento tienes el coche descargado o cargado a la hora de la marcha.

El amplio comedor con su cocina perfectamente equipada al fondo

El apartamento cumplió con creces nuestras expectativas al respecto. La cocina estaba más que bien equipada. Allí había de todo!!!! Además de la típica nevera, microhondas, y la vitro en sí, contaba con su cafetera, su herbidor de agua, su tostatora, su batidora (tipo minipimer), sus trapos de cocina, su mantelito, e incluso había un rollo entero de papel de cocina y un paquete de servilletas!!! 

En el comedor había una gran mesa, en la que cabíamos todos, y un amplio y cómodo sofá frente a la televisión. En el apartamento también había llar de foc (chimenea) que no nos decidimos a utilizar, pues aunque por las noches refrescaba bastante, no acababa de ser lo suficiente como para que te apeteciera encender la lumbre. 

Llar de foc junto a la televisión

También había un pequeño surtido de juegos de mesa, que hizo las delicias de nuestros pequeños: parchís, baraja de cartas, ajedrez, dominó... y alguno más que no recuerdo.

Las habitaciones eran muy amplias. La de los niños tenía dos camas individuales, pero disponía de suficiente espacio como para poder poner una tercera. Así que los peques estuvieron amplios no... lo siguiente! Allí podían jugar y dar rienda a su imaginación cuando fuera ya oscurecía y les hacíamos "recluirse". Lo que más les gustó es que tenían una puerta en su habitación que les permitía salir a una pequeña terracita conectada con la habitación de matrimonio. Eso de salir por un sitio... y si estaba abierto poder entrar por el otro... En fin... tuve que atajarlo rápido por mi propia salud mental! 

La habitación de los peques, a la derecha continuaba y es donde estaba el armario y acceso a terracita

La habitación de matrimonio era también bastante amplia, con su buen armario y su salida a la ya célebre mini terraza. Como "curiosidad" decir que había televisión en esta habitación, aunque Maribel nos comentó que el resto de apartamentos sólo disponían de TV en el comedor. 

Habitación de matrimonio. 

El baño estaba bastante bien, sencillo pero todo muy limpio y correcto. Decir que este apartamento, al ser el de la planta baja, tiene el baño adaptado para personas con movilidad reducida. Por lo tanto, no hay mampara o plato de ducha, sino el típico desagüe en el suelo, su cortinilla y la clásica silla para que las personas que lo precisan puedan sentarse durante su aseo. Esto tiene ventajas y desventajas. Las personas mayores o con discapacidad pueden usar ese baño sin problemas (también había asidero junto al WC), y los que viajamos con niños podemos ducharnos con ellos, sin sufrir por resbalones o caídas en bañera o plato de ducha. Y si vas con un bebé y llevas bañerita de viaje... pues te cabrá sin problemas! La única pega... que aunque vayas con cuidado siempre se moja más suelo del que debería... Pero bueno, se seca rápido y no tiene más!

A parte del apartamento en sí, podíamos hacer uso del patio, que era zona común para todos los huéspedes de Lo Pallé. En el patio había un par de bancos y mesas de piedra al descubierto, un par de mesas de plástico con sillas en una zona cubierta, una barbacoa, y una mesita con sillas en un balcón superior, desde la que podías disfrutar de unas bonitas vistas.

Piso superior del patio

El estar en el apartamento de la planta baja tiene sus ventajas y sus desventajas... como todo! 

Las ventajas son bastante obvias:
- facilidad para cargar y descargar el equipaje
- es el único apartamento con llar de foc y televisión en la habitación de matrimonio
- si vas con niños, pueden acceder directamente al patio de la casa y los estás viendo y escuchando en todo momento.
- es un apartamento adaptado a personas con movilidad reducida

Y sus desventajas:
- al estar "a ras de suelo" no tienes unas buenas vistas del paisaje
- como la puerta de entrada está en el comedor del alojamiento y estás ubicado en la planta baja, todo aquel que entra o sale te pasa "por delante". Por lo tanto, mientras estás en el sofá ves pasar al resto de los huéspedes, y ellos pueden verte a ti.

Sobre esto diré, que las mesas y la barbacoa del patio, están ubicados en el lado opuesto a la puerta... de modo que aunque alguien los esté utilizando no le ves todo el rato. Sólo a la gente que pasa para acceder al alojamiento.

Desde el comedor veíamos el patio común

Para nosotros no fue un problema, ya que las dos familias con las que coincidimos eran muy discretas, y apenas pasaban por el patio ni hacían ruido. Y la ventaja de que mis hijos pudieran entrar y salir de la casa sin bajar o subir escaleras... para mí lo supera todo. 

El mejor rincón del patio

Otras características a destacar del alojamiento: dispone de WIFI, no admite mascotas, y no dispone de parking propio...pero a la entrada del pueblo (a un minuto de la puerta del alojamiento) hay un parking público en el que siempre vas a tener lugar para aparcar. Y destacar que Maribel, la anfitriona, es una mujer muy agradable y atenta, que suele "dejarse caer" mínimo una vez al día para arreglar el patio de la casa, y que está siempre atenta para asesorarte o atenderte en el caso que te falte cualquier cosa. 

Por último añadir que por las noches el patio tiene una iluminación preciosa y que en la barbacoa la carne sale mortalmente deliciosa!

La foto de la iluminación nocturna del patio no le hace justicia para nada!

Para nosotros resultó perfecto, un lugar de ensueño, perfectamente equipado, y en medio de la nada. Puedes disfrutar de la naturaleza y luego descansar con todas las comodidades. Sin lugar a dudas, nosotros repetiremos.