El tiempo pasará

Hoy hace justo un año que operamos a Erik para extraer el colesteatoma que se había desarrollado en su oído.

Un año, de aquel día en que Murphy decidió que iría a por todas y nos lo pondría realmente difícil.

Pero como dice la canción "El tiempo pasará, y nunca olvidaré...", y ciertamente, el tiempo ha pasado, y no, no lo hemos olvidado, pero hemos empezado ya a llevarlo de diferente manera.

El hecho de que el primer control tras la operación, cuyos resultados obtuvimos la semana pasada, nos diera la grandiosa noticia de que todo marcha bien, nos ha dado un plus de tranquilidad y nos ha ayudado a empezar a reencontrarnos con la felicidad.

Ciertamente, por mucho tiempo que pase, ya nada será igual en casa. Nada será igual en mi vida. Pues yo he cambiado, he adquirido una perspectiva nueva, una nueva forma de ver y vivir la vida, que no sé si será mejor o peor que la anterior... pero que de momento me sirve y me gusta.

Y es que si antes de pasar por el diagnóstico y operación de Erik, ya sentía que lo primero en mi vida eran mis hijos... ahora lo siento mucho más, y lo vivo mucho más.

Antes, las tardes que no trabajaba las pasaba con mis hijos... pero solía estar limpiando, haciendo tareas del hogar, o incluso escribiendo en el blog o en las redes mientras ellos estaban "conmigo" en casa.

Ahora, ahora para mí es distinto. Cuando estoy con ellos en casa, trato de estar con ellos. Leyendo un cuento, viendo una peli juntos, jugando, haciendo deberes... lo que sea... pero CON ELLOS. No... junto a ellos.

Ojo cuidao! Que si he de poner una lavadora la pongo, y si he de vigilar el guiso lo vigilo... pero me limito a hacer lo mínimo y necesario. 

No quiero volver a pasar la tarde entera liada haciendo cosas junto a ellos. Quiero, y lo que es más importante, necesito compartir tiempo con ellos.

Recuerdo que en plena búsqueda de información acerca de la operación y la "enfermedad" de Erik, para entenderlo todo mejor y sobre todo encontrar respuestas... pensé... que si perdiese a mi hijo... o sea... si nos perdíamos mutuamente, no creía que el me fuera a recordar por cosas como estas: ostras que suerte la mía, mi madre era la que tenía la casa más limpia de todo el colegio! O yo era el que llevaba las camisas mejor planchadas de la clase, o el que comía los guisos mejor elaborados de todo el barrio!

Llegué a la conclusión, que lo que me importaba, lo que quería que mi hijo recordase, eran cosas como esta: ostras, que buenas las tardes que pasaba leyendo con mi madre, anda que no me gustaba cuando jugábamos a algún juego de mesa! Que bien lo pasaba jugando y riendo con ella.

Es decir, lo importante, iba a ser eso! Yo no recuerdo si mi casa estaba limpia o sucia cuando era pequeña... recuerdo a mi madre en la cocina jugando a hacer papillas de harina conmigo, o a mi padre dándole patadas a un balón el fin de semana....

A los niños, les da igual como esté la casa! Lo que les importa es pasar tiempo con mamá y papá.

Y poco a poco, he ido cambiando, y compartiendo más tiempo con ellos. Porque quiero que puedan tener un buen recuerdo de su niñez... cuando el tiempo, inevitablemente pase.

Ahora tengo un hijo "sordo" de un oído (oye sólo un 20%), pero tengo un hijo que al fin vuelve a sonreír, que  lo pasa bien con sus amigos, que disfruta aprendiendo en el colegio, y que se lo pasa en grande compartiendo tiempo y aficiones con sus padres!

Y sí, tengo una casa desordenada y no demasiado limpia... pero no la cambio por nada.

No dejes que tu tiempo pase... vívelo, y si tienes hijos... vívelo con ellos.