La semana pasada pusimos punto y final a un curso escolar que, para ser sinceros, comenzó lleno de miedos e incertidumbre.
Y es que en septiembre, cuando las aulas volvieron a llenarse de alumnos, en la mayoría de los hogares habitaba un pensamiento: pasarán más tiempo confinados en casa que en la escuela.
Y al final... pues ni tan mal! Al menos mi experiencia ha sido bastante positiva.
Y es que pese a tener dos hijos en edad escolar, ninguno de los dos se ha visto confinado en todo el curso, y mi pequeña aún no conoce en sus propias "narices" lo que es hacerse una PCR.
Cabe decir que hemos tenido suerte. No todas las clases han tenido nuestra fortuna. Algunas han padecido incluso hasta dos confinamientos. Pero pese a eso... el curso se ha llevado a cabo íntegro, los niños y niñas han permanecido en las aulas, y el temido cierre masivo de escuelas no ha llegado.
La verdad es que los centros educativos se han esforzado mucho, tratando de tomar el máximo de medidas posibles. Desde reducir ratios, hasta inculcar hábitos de "super higiene" a los más pequeños, pasando por habilitar "mil y una" entradas distintas para que no coincidiésemos tantas familias en un mismo espacio al mismo tiempo.
Algunas de estas medidas fueron más populares que otras. Creo que a nadie le pareció mal que se redujesen las ratios por aula, pero lo de las distintas franjas horarias de entrada y salida y los diferentes accesos al centro escolar.... levanto algunas "ampollas".
Y es que para las familias ha sido también un quebradero de cabeza el adaptarse y seguir las normas. En nuestro caso mis hijos coincidían en hora de entrada y salida del centro... pero no en puerta de acceso. Y claro, aún no he desarrollado el don de estar en dos lugares a la vez al mismo tiempo... que más quisiera! Así que tuvimos que echar mano a la imaginación y recursos disponibles. En nuestro caso, al tener ya Erik 10 años cumplidos, lo dejábamos para que esperase él en la puerta a poder entrar en su grupo mientras acompañábamos a la pequeña. Y a la salida, establecimos un punto de reunión al que él debía ir y esperar a que llegásemos con su hermana.
Otras familias lo tuvieron más complicado, por ser todavía ambos hijos aún pequeños, y tuvieron que buscar soluciones con la dirección del centro. Y otras vivieron el tener franjas horarias de entrada separadas por 15 minutos... siendo difícil conciliar el dejar a los peques en el cole y llegar a tiempo a trabajar.
Era algo incómodo, pero efectivo, pues se reducía drásticamente el número de personas acumuladas a la vez en la puerta de la escuela.
Pero si bien los centros educativos y las familias hemos hecho esfuerzos para que todo fuera lo mejor posible, los que verdaderamente pusieron la carne en el asador fueron los niños y niñas que con su ilusión por volver a las aulas nos dieron una lección ejemplar.
Y es que se hicieron grandes amigos del gel hidroalcóholico, inseparables de sus mascarillas, y enemigos de los grandes abrazos. Fueron disciplinados y siguieron lo que mejor pudieron todas las normas que sus profesoras y profesores les explicaron el primer día.
Por supuesto se escaparon algunos abrazos y besos! Pero es que los más pequeños no podían contener más sus emociones. Y también hubieron "bajadas de mascarilla" en las aulas. Pero es que eran muchas horas con ella puesta... y en algún momento.... el trapillo se escurre y se desliza...
Pero la mayoría del tiempo, lo hicieron de diez. Sino, indudablemente los temores de las familias se habrían hecho realidad.
En mi caso no pudo haber ido mejor! El confinamiento nos acechó varias veces, otras clases del mismo curso de mi hijo y de mi hija se vieron confinadas, amigos de ambos se confinaron también, hubo algún alumno que no pudo volver a clase tras las vacaciones por ser contacto directo de alguna persona contagiada.... Pero ni Erik ni Helia supieron lo que era tenerse que confinar.
Tan sólo Erik tuvo que hacerse una PCR debido al positivo de una persona que compartió únicamente un par de horas con el grupo. Pero sanidad decidió no confinar la clase. Sólo PCR para asegurar que no había ningún caso... y a seguir el ritmo normal.
Ojalá el año que viene sea mejor que este! Aunque con que resulte más o menos igual... personalmente ya firmaba.
Y tu? Como te ha ido el curso escolar? Has tenido confinados a tus peques a menudo? O has sido como yo... del bando afortunado?
Mis hijos ya son mayores pero nadie ha dado positivo en la familia. Un beso
ResponderEliminarGenial! Nosotros tampoco hemos tenido ningún positivo, afortunadamente.
EliminarAbrazos y a seguir cuidándose!
En nuestro cole no se dio el problema que tú dices, de estar en 2 sitios a la vez, las familias con varios hijos entraban todos los hermanos juntos, no recuerdo exactamente si en el horario más tardío, o los mayores con los pequeños...pero directamente cuando se establecieron las distintas entradas y horarios, ya se estableció este protocolo también. Un motivo más para estar orgullosa del cole de mis hijos, que están siempre pendientes de posibles problemas para tener la solución antes de que se produzcan.
ResponderEliminar¡Buen verano!
Genial!!! Está muy bien que lo tuvieran en cuenta y adoptaran esa solución. Desde luego, mucho más sencillo todo.
EliminarBuen verano a ti también!!!