7 jun 2021

Acontecimientos estresantes

 En la carrera tuve una profesora que nos decía, que una cosa que el ser humano debía tratar de hacer, era no juntar acontecimientos estresantes... porque si los juntas... tu salud mental se tambalea.

La verdad es que no hay que ser muy listo para ver que llevaba razón. Cuando se te juntan problemas, o situaciones que te alteran aunque sean de índole positiva, tu vida es sacudida de arriba abajo y algunas hojas se acaban perdiendo en el proceso.

Hace ya tres meses desde mi última publicación en el blog, y es que me ha dado por... bingo! Juntar acontecimientos estresantes!

Pero poco a poco se van cerrando etapas, y al final imagino que acabaré por ver "la luz".

Como ya sabes, a principios de febrero operaron a mi hijo de nuevo, para extirparle otro colesteatoma. En esta ocasión la intervención fue más agresiva y compleja, y por lo tanto la recuperación también lo ha sido. Las visitas cada dos o tres semanas se han ido sucediendo en el tiempo. Curas y más curas, avances y retrocesos... y al final unos 4 meses tras la intervención ha llegado el "alta". Hasta finales de año no habrá más visitas de control!

Aún no podemos dar carpetazo al 100% a la situación, porque hay que esperar un mes y medio más para que el peque pueda usar tapones. El hecho es que por dentro, su conducto auditivo aún no ha cicatrizado del todo. Está a punto... pero quedan unas semanas para que ya esté totalmente recuperado. Y hasta que esto no suceda no puede ponerse un tapón dentro de la oreja.

Como no puede entrarle agua el hecho de que no pueda utilizar los tapones nos dificulta mucho las duchas, ya que debe protegerse con un vaso y obviamente no puede enjabonarse y aclararse solo, ya que con una única mano libre y teniendo el pelo largo... es imposible hacerlo bien. El momento ducha es un estrés para todos.

A este estrés... le añadí el hacer obras en casa. Si, era algo que íbamos buscando hace años... ahorrando como hormiguitas para poder por fin cambiar las puertas y arreglar la cocina y el baño. El piso necesitaba esa reforma desde que entramos a vivir en él, allá en el 2008. Pero por circunstancias de la vida... no hemos conseguido ahorrar lo suficiente hasta ahora. 

Así que a principios de abril empezamos las reformas. Ilusos pensamos que para esa fecha Erik estaría recuperado del todo... pero no. Así que se nos juntaron sus curas y el estrés de sus baños.... con tener el piso patas arriba durante todo un mes.

Como esto debió de parecerme poco, cuando llevábamos una semana con las obras empezadas cambié de trabajo. No fue algo buscado... pero a veces las oportunidades llaman a tu puerta y no puedes darles la espalda. Mi contrato finalizaba en julio... y a finales de marzo me llamaron de otra entidad para ofrecerme un proyecto que acabará en diciembre. Seis meses más de contrato. Los números salían, y aunque no me convencía abandonar el proyecto en curso, tuve que pensar más en mí que en la empresa y aceptar el cambio. 

No fue fácil. El plan era que como yo teletrabajaba podía estar en casa "controlando" las obras, disponible para tomar decisiones y resolver problemas que pudieran surgir. Pero el cambio de trabajo conllevó que el primer mes tuve que trabajar presencialmente, y por lo tanto estuve ausente prácticamente durante toda la reforma.

Fue muy duro y estresante, pues perdí absolutamente el control de todo. Cuando llegaba a casa los operarios ya no estaban... y encima al perder tiempo en los desplazamientos... organizarme en una casa que parecía un campo de batalla... fue todo un desafío.

Y en medio de todo eso... la entidad a la que acabo de incorporarme convoca unas oposiciones para acceder a un puesto de trabajo fijo. Y ya me ves, con la cabeza más en Cuenca que en mi casa... buscando la documentación necesaria para presentarla dentro del plazo definido.

Y teniendo que estudiar! Que se dice rápido... pero ahora me toca preparar las pruebas. En medio de todo este caos de vida que llevo.

Aún no he empezado a estudiar... ni sé como ni cuando voy a hacerlo. No sé como podría organizarme para lograr sacarlo todo adelante.

Todavía tengo cosas de la cocina y el baño en cajas... pendientes de reubicar. Y hay que unir a todo lo que llevamos que todavía nos queda pintar el piso (que ya tocaba, y encima con la obra ha habido desperfectos que hay que acabar de rematar), y re-amueblar dos habitaciones, pues los peques ya llevan tiempo pidiendo tener dormitorio propio... y no quisiéramos demorarlo mucho más.

Tengo el cerebro como un gruyere... y no me siento nada capacitada para estudiar nada. Pero una oportunidad así hay que aprovecharla, y en algún momento tocará ponerse a ello.

Y aquí ando, con muchísimas ganas de escribir en el blog y desahogarme un poco, y sin querer dedicar tiempo a ello, por no sentirme culpable de invertir tiempo aquí cuando tengo mil frentes por cubrir.

Mi mundo... el caos!






4 comentarios:

  1. Te aconsejo que pospongas algunas cosas. La pintura y los muebles pueden esperar. Si no acabarás loca. Un beso

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    1. Me temo que tienes toda la razón. Debería ir "acabando" cosas antes de empezar con otras. Por salud mental. Hay cosas que no está en mi mano posponer... pero como bien señalas, lo que puedo controlar... no iría mal dejarlo para dentro de unos meses.
      Ahora tendré que convencer de ello al resto de la tropa!
      Abrazos!!!!

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  2. Yo en épocas así suelo hacer una lista, escrita, bien en papel o en el ordenador, una vez que has escrito TODO lo que tienes pendiente de hacer, aunque sean cosas simples, pones prioridades a cada cosa, lo que es urgente, lo imprescindible, lo que se puede postponer... si hay cosas que hay que hacer antes que otras.. a partir de ahí, puedes ver también si hay alguna tarea que puedes delegar o directamente no hacer.
    Con esa lista, vas cuadrando las tareas en cada día/semana... y vas repartiendo el tiempo y... tachando cosas hechas ;-)

    Espero que mi método te ayude...aunque sólo con la palabra OBRAS, ya me han dado los 7 males, ¡yo no sería capaz de estar de obras en pleno curso escolar y trabajando!
    ¡¡Ánimo!!

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    1. Pues es un buen consejo! Yo también soy muy de hacer listas e ir poniendo numeritos para ordenar las tareas. Lo de poder tachar las cosas hechas es muy terapéutico.
      A ver si soy capaz de poner un poco de orden con esto.
      Gracias por el consejo!!!
      Y si...lo de las obras es todo un "dolor"

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