2 abr 2018

Puedes hacer todo lo que te propongas

Es la gran frase que le voy repitiendo a mi hijo, cuando me asalta con alguna de sus preguntas y sus temores, que han surgido a raíz de su operación. 

Puedes hacer todo lo que te propongas, puedes hacer vida normal, tu inténtalo... A menudo lo digo con convicción, porque realmente lo creo. Por supuesto creo que podrá seguir aprendiendo a tocar la guitarra si lo desea, lo ha estado haciendo hasta ahora, y personas con mayor pérdida auditiva que la suya han hecho carrera en el mundo de la música. 

Tampoco le veo la dificultad a que practique deporte, baile, juegue con su hermana... a que haga vida absolutamente normal, porque es un niño normal. Con una oreja sana, y otra con una audición del 20-30%. Pero un niño normal de siete años.

Pero ay... a veces... yo también dudo, y pienso... seguro?
Recuerdo hace unas semanas, cuando Erik vino ilusionadísimo a casa, porque él y dos amigos suyos de la clase, habían planeado una fiesta de pijamas en casa de uno de ellos. Y la madre que según ellos les iba a alojar en su casa, les había dado permiso y estaba dispuesta a darles cobijo durante una noche.

Recuerdo sus ojos llenos de ilusión, su sonrisa de felicidad, y su pregunta: ¿puedo mami? ¿puedo?

Y recuerdo lo primero que pensé: y su oreja!!!???

Traté de poner cara de póker, y de marcarme el farol de que yo estaba también súper feliz y contenta, y le dije que primero teníamos que hablar las mamás y los papás del tema. Pero que sí, que si todo encajaba no había problema.

Y en mi interior esa voz volvió a gritar: y la oreja!!!????

Él se fue ilusionado, y yo quedé a solas con mi dilema interior. A ver, me paso el día diciéndole que es normal, que no tenga miedo, que puede hacer lo mismo que el resto de niños.... y a la primera de cambio, cuando se lanza a pedir de hacer algo nuevo.... lo único que se me ocurre a mí es pensar en su oreja!!!

Y si es que a mí mi misma me daba la risa.... ni que se le fuera a caer la oreja en cama ajena! Vamos, que lo mismito que duerme en casa... podrá dormir en otro colchón! Digo yo!

Luchando porque mi hijo no se auto limite.... y limitándole yo mentalmente a la primera.

Hablé con la mami sufridora, digo organizadora (su propio hijo la designó), en un cumple en el que coincidimos, y le expuse entre risas mi primera reacción ante la perspectiva de que mi peque durmiese en casa ajena.

Lejos de reírse, lo entendió perfectamente, y estuvimos hablando de miedos, de la operación, del estado de salud actual de Erik... Me dio toda la confianza que yo había perdido y mucha seguridad.

Ya había decido que le daría permiso a mi pequeño vikingo (por más que mi voz interior no callase), pero el hablar con ella me acabó de convencer de que estaba haciendo bien. El hecho de que ella me entendiese tanto y se supiera poner en mi lugar, me confirmó que mi hijo iba a estar muy bien.

Y de hecho, así fue! Mi hijo lo pasó en grande jugando a futbol con sus dos amigos, preparando pizza, cenando, jugando a videojuegos, y haciendo mil cosas propias de su edad! 

Lo único que no hizo, fue bañarse. Los otros dos peques lo quisieron hacer, y cuando le preguntaron él dijo que prefería bañarse al día siguiente en su casa. La "mami de acogida" me había preguntado si había problemas con bañarlo si quería, y yo le había dicho que no... puesto que aunque al principio de operarle no podía entrarle agua en la oreja y había que utilizar tapones, en la última revisión el otorrino ya le dio permiso para bañarse sin ellos. Así que... vida normal.

Pero él, me dijo que por precaución había preferido no bañarse. Yo creo que en parte lo hizo porque no me había "pedido permiso" y no debía estar seguro de si era buena idea o no.

La verdad, me alegré de que tomase esta decisión... aunque no se lo dije... No fuera a entrarle más agua de lo habitual en la orejita (por ser tres en la bañera) y le fuera a molestar.... Los experimentos siempre mejor en casa. Pero si se hubiera bañado tampoco le habría dicho que hacía mal. Debo apoyarle, y ayudarle en el proceso de normalización.

Las primeras veces post-operación serán duras... pero aunque cueste, tendré que sonreír, estar a su lado, y animarle. El médico ya le ha dado permiso para en verano, probar a zambullirse en el mar. A mi me da pánico, de pensar en toda el agua entrando en su orejilla... No le obligaré a probarlo... pero si quiere hacerlo... le daré la mano y le diré: yo contigo! Vamos!!!! 

Y por dentro, mi corazón se encogerá y quedará oculto en un rinconcito, hasta que en la siguiente visita el médico confirme que todo sigue igual.








6 comentarios:

  1. Y de verdad sigues sin darte cuenta de la suerte que tiene Erik contigo???????????
    Creo que nunca he tenido más miedo como desde que soy madre. Y creo que si no lo tuviera no sería madre, creo que va dentro del pack de la maternidad. En casa somos de dejarles mucha libertad para hacer las cosas. A los mayores les han seleccionado para un equipo de fútbol y van a hacer una concentración en mayo, van a irse 4 días, sin nosotros, con 7 años recién cumplidos... Estaba deseando que se fueran un finde y nos dejaran tranquilos en casa 🙈 pero lejos de pensar qué guay me entró el pánico!! Van a estar cuidados? Con quién van a dormir? Quién va a estar pendiente por la noche?
    Por supuesto que nada comparable a la operación de Erik, pero el miedo como madre es natural y hasta creo que bueno, eso significa que queremos proteger a nuestros polluelos. Así que quítate toda la culpa de encima y disfruta de los logros de tu pequeño vikingo!😊

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    1. El miedo y la maternidad van muy de la mano! Te entiendo con lo de tus pequeños futbolistas. Deseando tener unos días de calma y cuando resulta que los peques salen de acampada o lo que sea por dentro suena una voz que dice: no los dejes ir 🙈😂 Por suerte la hacemos callar rápido y les dejamos disfrutar.
      Estarán genial!!! Ya me contarás 😘

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  2. Ese miedo que tienes es lo más normal del mundo pero la generosidad que te caracteriza es aún más grande. No tengo duda alguna de que Erik no pudo tener mas suerte con la madre que le ha tocado que en vez de ponerle piedras n el camino, le esta facilitando el sendero. Eres muy grande amiga!

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    1. En realidad yo creo que le voy poniendo piedras pero luego me arrepiento y las quito corriendo antes de que él las vea 😌
      Un abrazo fuerte

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  3. Entiendo tus miedos perfectamente, mi hijo tuvo meningitis a los 2 años y la verdad. es que después de pasarlo yo tenía mucho cuidado con todo.Lo mejor, es que veo que tu peque está muy concienciado y tiene cuidado pese a que como dices, puede hacer vida normal.
    Imagino que poco a poco esos miedos se irán disipando en su justa medida (con el papel de madre viene lo de estar preocupada por todo no?, jajaja)
    Así que felicidades por ese nene tan responsable que tienes, y de vez en cuando date un respiro (que se que es más fácil decirlo que hacerlo), pero poco a poco.

    Un beso!

    https://similocuramedeja.blogspot.com.es/

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    1. Muchas gracias por tus consejos!
      Sí, por suerte es un peque bastante responsable y eso lo facilita todo. Imagino que con el paso del tiempo aprenderé a relajarme un poco más.
      Un abrazo!!!

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