19 jul 2017

Tengo tanto que enseñarte, mi vida

Tengo tanto que enseñarte mi niño; tengo tanto que enseñarte mi niña; tengo tanto que enseñarte, mi vida.

Este domingo fuimos con unos amigos a un pueblo costero situado en la frontera con Francia, Llançà. El día fue fantástico, y lo pasamos estupendamente bien. Buena compañía, solecito, playa... que más se podía pedir?

El viaje hasta allí es larguito... cerca de tres horas en coche, pero se hizo bastante llevadero.

Hubo un momento, en el viaje de vuelta... en que nos topamos con un pequeño atasco. Y de repente... al avanzar... lo vi. Un grupo de gente se arremolinaba en un lateral de tierra, al borde de la carretera. Varios coches se encontraban allí parados... y en aquel momento una mujer paraba su vehículo y salía de él corriendo. Difícil de olvidar... su modo de correr.... fácil de imaginar lo que podía haber sucedido.
Cuando pasamos justo al lado, pude ver a un/a motorista en el suelo... a su lado la mujer que corría, cogiéndole la mano. Varias de las personas que se habían parado a atender a la persona accidentada estaban ya llamando por teléfono a emergencias.

Mi marido me dijo que uno de los coches tenía un buen golpe... yo no lo vi... sólo vi el cuerpo tendido en el suelo... y la mujer... a su lado.

No paramos. Otros coches lo habían hecho. Mi hija dormía en el asiento de atrás. Mi hijo apenas se dio cuenta de nada. A los pocos metros nos encontramos bajo un puente un coche policial, en un control de velocidad, me dio la impresión. El coche de delante se paró a su lado para informar a los agentes de lo que estaba aconteciendo metros atrás. Al poco nos cruzamos con dos ambulancias.

Me conozco. Tardaré en olvidar la escena. Nunca sabré que ocurrió... como acabó... nada.

Y eso me llevó a reflexionar... tengo tanto que enseñar a mis pequeños! A menudo pensamos en enseñarles a ser educados, a comer bien, a hablar bien, a leer, a sumar, a jugar, incluso puede que tanto tu como yo hayamos pensado enseñarles a ser buenas personas. Pero hay más que enseñar. Tengo que enseñar a mi niño, a mi niña... a quererse por encima de todas las cosas. Es la clave!

Instantes después de encontrarnos con este accidente, un motorista nos adelantó... por la derecha. Haciendo zig zag, entre los coches. En manga corta. Luego, otro nos pasó también. Llevaba una chica de paquete. Pantalón corto, sandalias, y una de esas camisetas finitas, que dejan los hombros completamente al aire. Debajo se adivinaba un bikini.

No pude evitar el pensarlo... si cayera.... sus preciosos hombros quedarían destrozados al contacto con el asfalto. Quemados.... lo he visto antes. Sus piernas... sus pies....

Tan poco se quiere a sí misma? Tan poco aprecia su vida, su integridad física? Tan poco la quiere su acompañante, que la deja subir así en su moto?

Cuando conocí al que ahora es mi marido, tenía moto. Y empecé a subir en ella. Él puso el caso... y las normas: nada de subir en la moto en sandalias, o sin chaqueta. Y por supuesto... nada de adelantamientos arriesgados y a la brava.

Para mí, era algo totalmente lógico. Para mis hijos he de lograr que lo sea. Se tienen que querer lo suficiente, y apreciar lo suficiente sus vidas como para protegerlas.

No se trata de llevar casco para que no te multen. Se trata de llevar casco para no morir o resultar herido de gravedad si tienes un accidente. Si montas en moto en manga corta o tirantes no te van a multar.... pero no deberías hacerlo... para protegerte! Y ya puestos... trataré de inculcarles que no deberían llevar a nadie con ellos si no va debidamente protegido. Si quieres a tu amigo o amiga... no le permitas ir contigo de cualquier manera. No le dejes subir en tu moto si no va equipado. No le dejes subir en tu coche si no se va a poner el cinturón.

Quiérete lo suficiente, para protegerte más allá de las normas. Usa el sentido común... pues puede ser la diferencia entre acabar bien o mal. Y ojo... no soy ingenua... a veces ir perfectamente equipado no te salva de acabar inerte en la cuneta.

Tengo tanto que enseñarles más allá de lo obvio.... que no sé si seré capaz. Pero lo que tengo claro es que me dejaré la piel en el intento... pero no en el asfalto!


10 comentarios:

  1. Sí... Esas cosas impactan mucho :(
    Nosotros tuvimos un accidente de coche durillo, mi partenaire casi perdió la mano derecha que salvó porque los médicos del Hospital valoraron que era una persona joven y había que mantenerle la mano como fuera.
    Y el accidente no fue a más. Suena un poco bestia después de que el entonces era mi novio pasara semanas en el hospital, varias operaciones, recuperación dura, cambios de proyectos de vida que había empezado con mucha ilusión... Y no fue a más porque la amiga que conducía nos obligó a todos a llevar el cinturón, porque atrás sólo tenía dos cinturones y no le dejó viajar a su hermano porque no podía atarse, porque íbamos a una velocidad más que adecuada,... Pero los accidentes ocurren y este fue uno de ellos. Hace ya casi 11 años de aquello y aún de vez en cuando, gracias a Dios cada vez con más espacio, tengo pesadillas con el coche volcado en la carretera, con mi novio desangrandose en la carretera, con mi amiga y su mirada ausente, conmigo en la ambulancia llorando desconsolada al conductor (debió de pensar que estaba turuleta del todo 😂).
    Soy de esas personas que piensan que todo es para bien, aunque la situación del momento sea horrible. Y efectivamente todo es aprendizaje en la vida.
    Muy buena conclusión: enseñar a quererse y apreciar la propia vida y la de los demás.
    Como siempre muy acertada!!!!

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    1. Ay 😢😢😢 que experiencia cielo.
      Los accidentes ocurren... pero si tomas medidas a veces las consecuencias no son tan fatales. A veces... claro esta.
      Hay quien sólo obedece la norma por el miedo a la sanción... y deberíamos obedecer por nuestro bien y propio beneficio.
      Espero sepamos enseñar bien a nuestros pequeños. Un abrazo gordo

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  2. Lo que dices es tan cierto!
    Vivir experiencias negativas nos hace pensar y también querer proteger a los que más queremos de cualquier peligro que se presente.
    Lamentablemente eso no es posible porque la vida a veces te trae experiencias inesperadas.
    Menos mal que los niños no se dieron cuenta de lo que pasaba, sé por experiencia que esas cosas se les queda, pero bueno, la vida sigue como se suele decir.
    Me ha gustado mucho el post.

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    1. Son cosas que a nosotros nos cuesta olvidar... a ellos... ni te cuento!
      Es imposible protegerles de todo... pero al menos... incluir o contemplar ciertas cosas dentro de su educación no iría mal!
      Gracias por comentar!!!

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  3. Me ha encantado la reflexión. Hay que quererse en todo y para todo y así nos cuidaremos más. Y hacerlo delante de los niños para que aprendan con nuestro ejemplo.

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    1. Pues sí! Quererse no es sólo dedicar un ratito a peinarse o a elegir bonitas ropas... quererse es tambien protegerse y velar por el propio bienestar.
      Y como dices, el ejemplo es fundamental! Si ellos ven que nosotros actuamos responsablemente al volante.. será más sencillo que nos imiten.
      Un abrazo

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  4. Qué razón tienes y qué importante es quererse por encima de todo.
    Te entiendo porque yo soy de las que tarda mucho en borrar ciertas imágenes y qué miedo!!
    No se puede evitar todo, ojalá, pero al menos prevenir con cabeza y educación!
    Espero que se te haya pasado el mal rato 😘😘

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    1. No todo puede evitarse... pero podemos tratar de minimizar el riesgo y los daños.
      El mal rato acabará pasando con los días 😉

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  5. Que impactante. nunca he visto algo así y ojalá nunca lo vea. Seguramente como tú tardaria en olvidarlo. Ojalá la persona del accidente esté bien. Un besazo!

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    1. Me temo que he visto cosas peores... por desgracia... Y se tarda en olvidar... bueno... no se olvida nunca! Recuerdo cada accidente aunque no recuerde en que carretera lo vi... o el número exacto de implicados...
      Yo también espero que esa persona salga adelante.
      Un abrazo

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