Hace poco una amiga escribió esta frase en su Facebook: dormir está sobrevalorado.
En ese momento la frase pasó por mi mente sin pena ni gloria. Pero hoy, después de una noche en vela, no he podido evitar acordarme de ella.
¿Estará realmente sobrevalorado el dormir?
Hoy apenas habré dormido unas 4 horitas seguidas. Mi hija, de dos años, decidió a las dos de la mañana que ya no tenía sueño. Pese a que yo le argumenté que yo si lo tenía, pareció no importarle y siguió priorizando sus necesidades por encima de las mías y de las del resto de componentes de la familia. Es típico en niños de esta edad.... tal vez en niños de todas las edades :-)
Pese a haber dormido tan poco y a sentirme morir cuando a las seis de la mañana sonó el despertador, acudí puntualmente a mi lugar de trabajo. Lo que es más: acudí sonriente, de buen humor y dándolo todo. Exactamente igual que cualquier otro día.
El destino, para dar más emoción al tema, me había preparado una sorpresa: habían llegado los muebles nuevos para mi despacho y el de tres compañeras más. Como no tenemos "personal de mantenimiento" nos hemos puesto cual hormiguitas laboriosas a ayudar al director financiero y al informático de la empresa en el montaje, desmontaje y traslado de muebles.
Tan sólo ahora, a las nueve de la noche, mientras espero a que mi marido vuelva de entrenar para cenar juntos, me doy cuenta de que mis ojos, frente a la pantalla amenazan con cerrarse.
No es mi primera noche en vela, ni será la última. Ni siquiera ha sido la peor. Recuerdo una, hace unas semanas, en que no conseguí dormir a mi pequeña hasta las cinco de la mañana, de modo que dormí la friolera de una hora. A veces mi hija "entra en racha" y me obsequia con tres o cuatro noches como esta seguidas. De modo que en cuatro días, puedo dar gracias si logro acumular diez horas de sueño.
Y pese a todo ello consigo llegar puntual al trabajo, consigo sonreír, consigo tener buen humor, y consigo darlo todo en mi trabajo.
Únicamente mis compañeras más observadoras perciben por mi cara (esos ojos inflamados y saltones) que he tenido una "gran noche".
Todo ello me ha llevado a preguntarme si realmente está sobrevalorado el dormir. Agradecería enormemente dormir más (me encanta dormir!!), pero he comprobado que se puede sobrevivir, tener buen humor y rendir a nivel personal y laboral durmiendo realmente poco.
Dicho esto sólo espero que esta noche mi pequeña si quiera dormir, y me permita descansar en condiciones.
En estos momentos lo único que resuena ya en mi cabeza es aquella mítica canción de mi infancia: "camino de la cama, es el mejor camino; sólo estar durmiendo es mejor que estar dormido".
Buenas noches
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