Este año, dada la situación económica que atravesamos, Papa Noel no había cometido ningún exceso. Dos regalos para cada pequeño y nada para papá y mamá, así lo habíamos convenido. Dado que para los respectivos cumpleaños habíamos recibido ya regalos muy bonitos... le habíamos escrito al grandullón, renunciando a nuestros presentes, para que pudiera llevarle más cosas en su trineo a otras familias que no hubieran tenido tanta suerte el resto del año.
Mi hija abrió entusiasmada sus regalos: un carrito para pasear a sus muñecas y un bebé Nenuco!
Mi hijo hizo lo mismo: un Lego de Star Wars, El TIE Striker para ser precisos, y un Death Tropper de unos 20 centímetros.
Se les veía muy contentos con sus presentes, aunque en seguida vimos que los de Helia daban más juego inmediato! En apenas 15 minutos su padre y yo ya le teníamos el cochecito montado y ya correteaba con su bebé por toda la casa!!!
Erik jugaba con su Death Tropper, pero el Lego, era obvio que con sus más de 500 piezas, le iba a llevar un ratito montarlo... y dado que venían los 3 abuelos a comer... no era el momento de ponerse manos a la obra.
Cuando llegó su abuela, les dio lo que Papa Noel había dejado en su casa, un bebé llorón para Helia (se flipa por los bebés y muñec@s en general... que le vamos a hacer), y dos pistas de Hot Wheels de Star Wars para Erik. Eso sí pudo montarlo y ponerse a jugar al momento!!!
Por la tarde cagamos el Tió entre todos. Como siempre, nos cagó cosas pequeñitas, porque el pobre no es muy grande y no da para más! A Erik le trajo una moto policía de Playmobil y una marioneta de peluche en forma de Mapache, y a Helia una moto de Pin y Pon y una Barbie. Por suerte el Tió se acordó de nosotros y nos cagó una baraja de cartas (y menudo partido le estamos sacando estas fiestas!!!), jaboncitos para las abuelas y una botella de vino para el buen abuelo!
Tal vez había menos regalos que otros años... tal vez más pequeños... pero todos estábamos contentos con nuestros presentes y los peques se veían muy felices.
Por eso... Erik me pilló desprevenida cuando le vi con cara triste en la puerta de la cocina, mientras hacía la cena. Le pregunté si no estaba contento con sus regalos, con lo que le habían traído el Papá Noel y el Tió. Su respuesta fue como un dardo que se clavó sin piedad en el corazón de nuestro amigo Santa... más concretamente... en el mío: "sí, pero es que yo quería otra cosa!"
Erik había puesto como primera opción en su carta de Navidad otro Lego de Star Wars, el del Asalto a Hoth, que tiene el asequible precio de 260€, euro arriba - euro abajo, en función de la tienda donde lo veas... Más de 2000 piezas de diversión!
Estoy de acuerdo en que hubiera sido un regalazo... pero el que Papá Noel le trajo, tampoco es precisamente pequeño, ni en piezas, ni en tamaño, ni en precio (sobre 60€ del ala). Hay que tener en cuenta que mi primogénito, tiene 6 años de edad, y el Lego que recibió es para niños de entre 8 y 14 años... el que pedía es para mayores de 12 (edades teóricas según el fabricante, por supuesto).
Cuando lo puso en la carta, ya lo hablamos con él... para prepararlo y que supiera que era muy probable que no tuviera ese regalo... porque Papa Noel y los Reyes tienen que atender pedidos de todos los niños del mundo... y no pueden gastar toda su magia en un único niño. Erik pareció quedarse conforme... no es un niño egoísta y suele ser muy razonable... Pero de repente... lo había soltado... su regalo estaba bien... pero no era lo que de verdad quería.
He de decir, que aunque la situación económica del domicilio familiar hubiera sido mejor, no creo que hubiera recibido su regalo deseado. Pienso que no tiene edad para apreciarlo, y que sinceramente, era demasiado para un niño de 6 años. Hay cosas más apropiadas para su edad, y ha de crecer poco a poco... a buen ritmo... pero sin prisas! Cada cosa tiene una edad. Y quién sabe, tal vez de aquí a un par de años... su aventura en Hoth le llegue. Pero ahora... no.
En casa los Reyes y Papá Noel no nos traen nunca todo lo que pedimos. Traen algunas cosas de la carta... y algunas inesperadas (que no hemos pedido, pero que ellos saben que nos gustarán). Pero nunca traen TODO... tanto papá como yo misma, creemos que no es bueno que lo reciban todo... Forma parte de su proceso de aprendizaje, ver que no siempre tenemos absolutamente todo lo que queremos... y que hay que apreciar lo que se recibe!
El caso es que, no pude evitar que me doliera, ver que mi pequeño no estaba tan feliz como me hubiera gustado. Jamás se había dado esta situación antes. Aunque siempre habían quedado regalos "en el tintero" siempre habían quedado muy contentos con lo recibido!. Le senté en mis rodillas y lo empecé a hablar con él... y entonces... salió la madre del cordero: "es que mis regalos son más pequeños que los de Helia".
Ah! amigos!!! Faltaría más!!! No era tanto por no recibir el flamante Asalto a Hoth... era porque el cochecito y el muñeco de su hermana "abultaban" más que su Lego y su muñeco de Star Wars... Eso era otra cosa... el monstruo de Ojos Verdes había venido a vernos... por Navidad!
Siempre cuido que ambos reciban el mismo número de paquetes... que si uno tiene un regalo grande... él otro también... pero nunca me había parado a "medirlos" hasta ese punto! El cochecito y el TIE Striker...me habían parecido equiparables.
Razoné con él, recordando otras Navidades, en las que él recibió una bicicleta... y su hermana una muñeca... ¿Qué era más grande? Examinamos con detalle el hecho de que él ha estrenado ya 3 bicicletas... y su hermana... ninguna! Todas las hereda!
Lo llevé al armario de la ropa... y con paciencia saqué todas prendas de Helia... de 20 cositas que había en su cajón... sólo 5 eran de ella!!! El resto... heredadas de amiguitas mayores, y de sus primas.... Repetimos la operación con el cajón de Erik... el resultado fue totalmente inverso! 20 prendas suyas... y tan sólo 5 heredadas de su primo!
Entonces reflexionamos juntos, y Erik convino que era normal, que este año y por primera vez, nuestro queridísimo Noel hubiera querido hacerle un "gran regalo" a su hermanita. Se quedó contento y feliz, con lo que había recibido y sus ojos, volvieron a brillar con su color avellana. Me beso en la mejilla y me dijo que el TIE Striker era genial!
Pero entonces... mientras sus ojos brillaban de ilusión.... los míos se llenaron de lágrimas... por todo... por nada.... por no haberle podido dar un regalo mejor a Erik, y por no poderle comprar más cositas a Helia... que aún no es consciente... pero algún día... verá que por su ubicación de última en llegar a la familia... es la que lo reaprovecha todo y estrena menos.
El contarlo todo para hacer consciente a Erik... me había hecho consciente también a mí misma.
Fue un día muy feliz... aunque Papá Noel acabo llorando. Y Erik disfrutó mucho montando y jugando con su nuevo Lego!
Me ha encantado leerte, me parece maravillosa la conversación que tuviste con Erik. Ojalá lleguen tiempos mejores preciosa. Un besazo enorme y que no llore ese PapaNoel.
ResponderEliminarComo mañana vuelva el monstruo y haga llorar a los Reyes Magos... me voy a mosquear! jejeje
EliminarYa vendrán tiempos mejores y podremos permitirnos algún capricho más! Que a mi y al Sr Esposo también nos gusta abrir regalos!
Un besazo
Casi me has hecho llorar con la entrada...
ResponderEliminarTienes toda la razón, un dia Helia se dará cuenta de que casi todas sus cosas son heredadas, si, pero sabes que? Otro dia se dara cuenta de los maravillosos padres que tiene, que aun siendo la situaciob economica nada buena hicieron todo lo posible para que ellos fueran felices a mas no poder, y tuvieran lo que deseaban.
Pues sí! Ambos días llegarán... en momentos diferentes, con años de diferencia entre uno y otro... pero llegaran.
EliminarComo hermana pequeña sé lo que es llevar el chándal de mi hermano, el pijama de mi hermano, el abrigo de mi hermano... y creo que nunca estrené bici! Pero mira... no me he muerto! Y el dinero que mis padres se ahorraron en todo eso, lo invirtieron en darme una educación mejor, en que nunca faltara un plato en la mesa y en muchas otras cosas importantes que en su momento no valoraba.
Un besazo guapa!
Aiii que se me ha caído la lagrimilla...
ResponderEliminarLa peque este año lloró en Reyes porque no le habían traído lo que ella había pedido, o eso dedujimos... Porque no quiso contar porque lloraba. No me había pasado en la vida... Luego ya se le pasó pero el mal rato que nos llevamos todos...
Ese problema del tamaño de los regalos lo tengo con los mayores, los gemelos, todo tiene que ser parecido porque sino...
Estoy muy de acuerdo con vuestro planteamiento de los regalos, en casa es el mismo, tienen que aprender a valorar lo que cuestan las cosas y eso tiene que ser poco a poco y y con regalos más acordes a su edad.
Muchas gracias por compartir!
Muchas gracias por tu comentario!!! Siento que vuestra peque tuviera ese momento disgusto esta Navidad... realmente se pasa fatal, porque sientes que les has fallado de algún modo. Lo de tamaño de los regalos es una lata... si piden cosas diferentes... como es lógico... la medida será distinta... aunque el precio no lo sea...
ResponderEliminarLa verdad... el tema es complicado! Y consuela ver que no soy la única que tienes estos "problemillas" en su casa.
Un beso y muchas gracias de nuevo por tu comentario!!!