22 ene 2015

Dormir está sobrevalorado?

Hace poco una amiga escribió esta frase en su Facebook: dormir está sobrevalorado.

En ese momento la frase pasó por mi mente sin pena ni gloria. Pero hoy, después de una noche en vela, no he podido evitar acordarme de ella.

¿Estará realmente sobrevalorado el dormir?

Hoy apenas habré dormido unas 4 horitas seguidas. Mi hija, de dos años, decidió a las dos de la mañana que ya no tenía sueño. Pese a que yo le argumenté que yo si lo tenía, pareció no importarle y siguió priorizando sus necesidades por encima de las mías y de las del resto de componentes de la familia. Es típico en niños de esta edad.... tal vez en niños de todas las edades :-)

Pese a haber dormido tan poco y a sentirme morir cuando a las seis de la mañana sonó el despertador, acudí puntualmente a mi lugar de trabajo. Lo que es más: acudí sonriente, de buen humor y dándolo todo. Exactamente igual que cualquier otro día.

El destino, para dar más emoción al tema, me había preparado una sorpresa: habían llegado los muebles nuevos para mi despacho y el de tres compañeras más. Como no tenemos "personal de mantenimiento" nos hemos puesto cual hormiguitas laboriosas a ayudar al director financiero y al informático de la empresa en el montaje, desmontaje y traslado de muebles.

Tan sólo ahora, a las nueve de la noche, mientras espero a que mi marido vuelva de entrenar para cenar juntos, me doy cuenta de que mis ojos, frente a la pantalla amenazan con cerrarse.

No es mi primera noche en vela, ni será la última. Ni siquiera ha sido la peor. Recuerdo una, hace unas semanas, en que no conseguí dormir a mi pequeña hasta las cinco de la mañana, de modo que dormí la friolera de una hora. A veces mi hija "entra en racha" y me obsequia con tres o cuatro noches como esta seguidas. De modo que en cuatro días, puedo dar gracias si logro acumular diez horas de sueño.

Y pese a todo ello consigo llegar puntual al trabajo, consigo sonreír, consigo tener buen humor, y consigo darlo todo en mi trabajo.

Únicamente mis compañeras más observadoras perciben por mi cara (esos ojos inflamados y saltones) que he tenido una "gran noche".

Todo ello me ha llevado a preguntarme si realmente está sobrevalorado el dormir. Agradecería enormemente dormir más (me encanta dormir!!), pero he comprobado que se puede sobrevivir, tener buen humor y rendir a nivel personal y laboral durmiendo realmente poco.

Dicho esto sólo espero que esta noche mi pequeña si quiera dormir, y me permita descansar en condiciones.

En estos momentos lo único que resuena ya en mi cabeza es aquella mítica canción de mi infancia: "camino de la cama, es el mejor camino; sólo estar durmiendo es mejor que estar dormido".

Buenas noches

15 ene 2015

Pastel de Atún

En el post anterior, os mencioné, que una comida a la que recurro y que permite ocupar poco tiempo, ser preparada con antelación y quedar bien con los comensales, es el pastel de atún.

Algun@s de los que me leéis, me habéis pedido que os la pase. Así que para satisfacer esta demanda, la voy a compartir.

Se trata de una receta muy sencilla, que yo he aprendido de mi madre. Probablemente si buscáis en internet, encontrareis muchas recetas para preparar un pastel de atún, pero ahí va la mía.

8 ene 2015

Navidad.... superada!

Un año más, las fiestas han llegado a su fin. El "reinicio" del curso escolar marca que la Navidad nos ha abandonado.

Y un año más, he conseguido superar el paso y disfrute de estas fechas. No es fácil coordinarse, con dos peques, el trabajo (siempre iniciando contrato en plenas fiestas, este año el 29 de diciembre), las comidas, reuniones familiares, compras...

El secreto para superarlo todo con éxito creo que está en ceñirse a lo importante y usar el consabido sentido común. Al fin y al cabo, que es lo importante de estas fiestas?? Los regalos?? La comida?? O simplemente, disfrutar de unos días de magia e ilusión en compañía de nuestros seres queridos.

Este año Erik con ya 4 primaveras, ha disfrutado y vivido de un modo único estos días de fiesta. La pequeña Helia, con dos añitos, todavía no es consciente en su totalidad de lo que sucede (tras ver la cabalgata de los Reyes Magos, se dedicó a ir saludando con su manita a todas las personas con las que nos cruzamos de vuelta a casa).

Ver a Erik disfrutar e ilusionarse tanto estos días, me ha hecho disfrutarlos y vivirlos mágicamente a mí también.

Superar las compras navideñas es fácil si te organizas. Por mi parte intento no dejarme llevar por el consumismo, y tratar de escoger aquellos regalos que pienso que más ilusión les van a hacer. Si los compras con tiempo, lógicamente, siempre vas más tranquilo (aunque esto no siempre es posible). Todos sabemos que a última hora las tiendas están imposibles, y las existencias de los juguetes más demandados también. Por suerte, Erik no es muy exigente y Helia, aún menos. Lo importante es que los Reyes se acuerden de ellos. Yo aprovecho para que se den cuenta de que por muy mágicos que los Reyes sean, no pueden llevarles a toooodos los niños del mundo tooooodo lo que pidan. Y que hay que estar contentos con lo que han traído. De momento no me val... conforme vayan creciendo sospecho que todo se irá complicando. No hay que olvidar que es importante trabajar la tolerancia a la frustración, y que siendo realistas, tampoco pasa nada si de las 5 cosas que pidieron, los Reyes sólo consiguieron 3. Así les preparamos en cierto modo para aprender que no pueden tenerlo todo y que se acostumbren a que a veces las cosas no sean perfectas y a su medida. Mis padres me enseñaron esta lección de bien pequeña, pues en casa los Reyes eran generosos...pero casualmente siempre olvidaban algo de la lista. Y la verdad es que mi capacidad de afrontar la frustración y las dificultades de la vida no es del todo mala... cosa que me hace pensar que el método es bueno.

Superar las reuniones familiares es otro cantar. Aquí también deberíamos centrarnos en lo importante.... y lo importante no es la comida, ni el tener la casa más limpia.... al fin y al cabo estamos entre familia! Lo importante debería ser reírse, y disfrutar de la compañía. De unos días en los que normalmente las visitas se tienden a alargar un poco más, porque la gente no acostumbra a tener tanta prisa, y por lo tanto podemos revivir batallitas de infancia junto a nuestros hermanos y padres. Cuando toca reunión en casa, intento simplificar al máximo la comida para no agobiarme con ello. Si trabajas, y quieres vivir la Navidad con los niños (llevarles a la cabalgata, a ver al paje, a mirar tiendas de juguetes, a disfrutar de las actividades infantiles que se organizan, a ver las luces....) sinceramente no queda tiempo para cocinar. En mi familia nos gusta comer, pero en esas fechas vamos saturados y lo que realmente apetece es disfrutar de los turrones y polvorones. Por ello yo trato de hacer platos fríos (como el pastel de atún), que puedo preparar el día antes, y luego hago un buen pica pica (con embutidos, pa amb tomaquet, berberechos, espárragos y similares), todo ello fácil de presentar (pues preparación.... poca). Así no he de condenarme a estar en la cocina perdiéndome la fiesta y puedo disfrutar del evento con todo el mundo.

Y centrándome en la ilusión, la magia y la buena compañía, consigo cumplir con los "trámites navideños" (todos tienen sus regalos y todos disfrutan de la comida) y no morir en el intento.

Centraros en lo importante y si tenéis niños.... disfrutad la magia. Cada Navidad puede ser inolvidable e insuperable!



2 ene 2015

Y se me secó el cerebro...

Es lo que tiene... llega el final del año, el final de contrato, el final de proyecto y como consecuencia el cierre total de todos los expedientes abiertos. Te agobias, te saturas, empiezas a echar horas, te agobias más, te saturas más, ves que el final de la cuenta atrás está cada vez más cerca...., empiezas a llevarte trabajo a casa y al final, el cerebro se te seca.

El trabajo lo absorbe todo, todos tus huecos temporales, y para sobrevivir empiezas a eliminar cosas de la ecuación.... dejas de llamar a tu madre cada día (una vez a la semana es más que suficiente), limpias menos el piso (a fin de cuentas, siempre está sucio!!), dejas de ver la tele, dejas de jugar a los SIM y finalmente, dejas de publicar en tu blog.

Tu cerebro es incapaz de producir nada que no sea "laboral". No encuentras dentro de ti material para publicar, no hay ideas, temas, contenido....nada.

Pero como todo en la vida acostumbra a tener un final. Se acaba el contrato, consigues sacar toooooda la faena a tiempo, tienes unos días entre contrato y contrato, descansas, dedicas tiempo a la familia y tu cerebro se rehidrata, se recuperan las conexiones, y las ganas de publicar en el blog, como por arte de magia, llegan. Y llegan las ideas, los temas, contenidos, y porque no, la ilusión.

Así que aquí estoy de nuevo, con mi cerebro hidratado y en plena ebullición, lista y dispuesta a publicar de nuevo mis andanzas, pensamientos, experiencias y.... lo que se me ocurra!!!

Con el nuevo año aterrizamos! Espero acompañaros más fielmente durante el 2015.

Feliz año y feliz retorno!