23 abr 2014

Sant Jordi 2014

Siempre me ha gustado mucho el día de Sant Jordi. Perderme paseando entre un tumulto de gente.... tratando de hacerme un hueco, en las concurridas paradas de libros, para poder ojear simplemente por el placer de curiosear uno u otro tomo. Vivir la aventura de pasear por la Rambla Catalunya esquivando rosas para evitar que alguna enamorada te saque un ojo.

Hoy mi Sant Jordi ha sido diferente. Ni mejor ni peor....distinto simplemente. A las 6.30 de la mañana mi hizo decidió etiquetarnos a todos los miembros de la familia como personajes de la leyenda. Él se autoproclamó caballo, a la pequeña Helia le adjudicó el rol de princesa, mi marido tuvo la suerte de ser llamado Sant Jordi... y yo.... en fin.... me tocó el nada despreciable papel de Dragón. Lo tomé con humor, y me dediqué a perseguirle por el comedor imitando a el entrañable monstruo verde.

Luego me despedí y me encaminé a hacer frente a mi jornada laboral. Llegué a Plaza Catalunya sobre las 7.30 de la mañana. La Plaza estaba semidesierta...como siempre.... con gente cruzándola a prisa para dirigirse al metro o a sus respectivos centros de estudio y trabajo. La única diferencia era que el centro de la plaza había sido tomado por TV3. Numerosos furgones albergaban maquilladoras haciendo su trabajo. Los técnicos daban los últimos retoques a su trabajo.... pasando cables, arreglando unas flores.... Las paradas de libros estaban montadas frente al Corte Inglés... pero no había un solo libro en ellas.

Tras mi jornada laboral volví a hacer el recorrido inverso. En Plaza Urquinaona las rosas ya amenazaban con deesgraciarte la vista. De hecho en el metro ya estuve a punto de ser víctima de alguna de ellas. Cuando llegué a Plaza Catalunya había un tumulto de gente mayor que el habitual. Las paradas del Corte Inglés ya tenían libros!!! Miré el reloj. Disponía de diez minutos para hechar un vistazo y luego salir corriendo a coger el ferrocarril y llegar a Sant Cugat a tiempo de recoger a mi pequeño "caballo". Me acerqué a una parada y en seguida lo vi. Un libro me llamó poderosamente la atención. Un libro de una autora ya conocida por mi. Un libro que rápidamente compré para regalar a mi marido cuando esta noche, a las 23 horas llegue a casa agotado por su larguísima jornada laboral de hoy.

Tomé el libro y el tiquet de caja, observé risueña que el señor mayor con cara graciosa que me había atendido se llamaba Toribio. Eso pone en el tiquet. Gracias Sr. Toribio por su gentileza, su sonrisa y su velocidad. 

Tuve que correr un poco pero alcancé el ferrocarril a tiempo. Llegué a las 16.32 a la escuela... dos minutos tarde.... nuevamente Erik era de los pocos que quedaban en clase. A él pareció no importarle. Me esperaba encantado con un dragón de cartulina hecho por él en la mano. Salió corriendo y me dió un beso. "Mira mama, he fet un drac!" , lo miré y pregunté sonriendo "Sóc jo?". Él rió divertido y me dijo "Si mama".

Haciéndo el dragón partimos hacía la guarde a buscar a Helia. Llegamos algo tarde, las 17.15, pero tampoco a ella pareció importarle. Sonreía. Me mostró enseguida una rosa que había pintado usando alcachofas como pincel. Curiosa técnica!

Una vez tuve a mis dos hijos en mi poder, decidí que no quería renunciar al espiritu de ojeadora de libros que llevo en mi interior. Ir al centro del pueblo a ver paradas era un imposible. A las 17.30 estraían a tope, y con el carrito y el peque....la aventura prometía ser infernal. 

En la esquina de al lado de casa vi que había un paradita de libros del señor de la papelería. Y allá que me fuí. Estuvimos ojeando cuentos tranquilamente, y terminé comprando uno sobre el Arca de Noé. Mi pequeño siempre quiere libros de animales!!! Y en el arca había unos cuantos!!

Ya en casa disfrutamos los tres juntos del cuento. Ahora mis pequeños duermen y yo espero a mi caballero Sant Jordi para hacerle entrega de su libro. Regalo improvisado, elegido sin pensar.... fruto del azar y de la magia del día.

No ha sido el típico día de Sant Jordi. Tal vez no ha sido lo que yo esperaba. Pero ha sido mágico y genial. Y que nadie me lleve la contraria.... pues hoy soy un Dragón y no dudaré en churrascaros si me contradecís!

Buenas noches y feliz lectura!

 

2 abr 2014

Sabia Ignorancia


Esta mañana, cuando desperté, muy en el fondo de mi ser, yo ya sabía que iba a morir. Estaba a punto de vivir el que sería el último día de mi vida…. Pero no le presté atención, no lo valoré… si lo hubiera sabido con certeza, habría cambiado tantas cosas… tantas.



El día estaba nublado cuando me levanté, y fuera lloviznaba. Era raro encontrarse una mañana así en aquella época del año. Pero no le di importancia… no me percaté de que el cielo lloraba por mi. 

Salí de casa y me fui directa al trabajo. Tenía la sensación de que algo no iba bien, ¿me habría olvidado algo? Recuerdo que comprobé mecánicamente el contenido de mi bolso mientras bajaba las escaleras. Todo en su sitio… pero la sensación de estar pasando algo por alto me seguía acompañando.