Ayer, mientras veíamos Aladdín por la tele los cuatro juntos en el sofá, la peque se durmió plácidamente sobre mi brazo.
Erik se recostó sobre papá haciéndose una bola. Éramos como una piña , cuatro en un sofá de dos plazas.
Yo les acariciaba los bracitos y me sentía genial, en mi hogar. Era una escena muy bella y relajada. Por qué no podremos estar así siempre?
Y entonces, mientras sentía ese calor especial, pensé: no quiero que crezcan!
Lo sé... resulta estúpido y egoísta! Crecerán, como hacemos todos, y disfrutarán su vida. Así será y así debe ser!
Hoy, en el ferrocarril un grupo de niños de unos ocho años viajan solos a la escuela. Hablan utilizando dos robos de voz por encima de lo normal, escupiendo palabrotas cada vez que abren la boca, mofándose de algún pasajero con aspecto peculiar...
Y pienso: sí, crecerán... pero así no! Les gustará llamar la atención, como a todo preadolescente, pero les enseñaré a hacerlo desde el respeto y con educación. Para que el día de mañana, cuando suban en el ferrocarril, el resto del pasaje no sienta lastima y vergüenza.
Espero no fracasar en mi misión.
Eso fue lo que dije hace poco, los peques crrcen y echaré de menos a mis bebés!!
ResponderEliminarYo ya no tengo bebés en casa... y es duro darte cuenta de que ya son niños... Pero bueno, es ley de vida y sólo nos queda disfrutar cada momento a tope!
EliminarEs muy importante lo que has dicho el final. Lo que más pena me daría que la gente sintiera verguenza de ellos. Ays Vanesa crecen tan rápido...
ResponderEliminarPues sí, ver a niños comportándose de un modo vergonzoso y comprobar que tu hijo es uno de ellos... debe ser horrible. Esperemos hacerlo bien y ahorrarnos la experiencia!
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