Pues ya está, la primera semana de #vueltaalcole ya pasó y con ella empezamos a recuperar la normalidad... o ¿no?.
Porque la normalidad tal y como la conocíamos... pues ya no estoy yo muy segura de que vaya a volver. Y si vuelve, al menos no será en breve.
Las mascarillas y las cientos de normas que las acompañan, han venido para quedarse una larga temporada.
Pero, pese a todo, los peques están súper contentos!
La semana pasada te contaba que últimamente ando con bastante ansiedad, y uno de los motivos que me la causaba era la vuelta al cole.
Pero superada la primera semana, he de reconocer que estoy bastante más tranquila con este tema, aunque mi ansiedad ha seguido aumentando... cosa que hace que sepa que se debe a otros motivos que no han mejorado.
Pero al lío, que me desvío! El lunes pasado mis "retoños" retomaron el curso escolar, en tercero y quinto de primaria.
Se levantaron con muchísima ilusión, y aunque yo no pude acompañarles a la entrada del colegio, su papi me contó que habían llegado al centro muy contentos. Eso sí, también nerviosos, porque ninguno estábamos muy seguros de como iba a ser todo.
En el colegio han habilitado diversas entradas y horarios, para que no haya aglomeraciones. Y hemos observado que funcionan bastante bien. Por parte del centro, las zonas están separadas, los horarios se cumplen bastante, y me da bastante sensación de control.
Por parte de las familias... en fin... Somos muchos y hay de todo. Yo por ejemplo recojo a mis hijos a la salida, e inmediatamente salgo de "la zona". Pero hay familias que se quedan ahí, en la puerta... de cháchara. Eso hace que cuando llegan las familias del siguiente turno a recoger a sus peques, sigan allí, y como consecuencia se junte más gente de la que debería.
Espero que tras esta primera semana de reencuentros, esto vaya disminuyendo, porque sino, el esfuerzo logístico de la escuela por organizarse...no servirá de mucho.
Por otro lado los peques llevan muy bien la normativa. De momento han de llevar la mascarilla todo el tiempo, y sólo se la quitan para desayunar, y para comer a medio día. Aún estoy esperando a que se quejen por ello. Lo han asumido bien, y no hay problema con ello.
En su mochila llevan su gel, su portamascarillas (para guardarla cuando se la quitan), su botella de agua para poder beber sin hacer uso de las fuentes del centro... Todo lo que se nos pidió desde la escuela. Y veo que lo van usando. Yo ya me he acostumbrado a revisarlo todo a diario, e irlo limpiando.
Cada noche pongo una lavadora de mascarillas, y como tienen de quita y pon, no pasa nada si no se secan. Cada día llevan una limpia sin problemas. También cada día limpio con gel hidroalcohólico su portamascarillas, lavo su botella, y si es necesario añado más gel a su botellita. Es más trabajo... pero como lo hago mientras les preparo la cena... pues tampoco hay para tanto.
Tal vez lo que peor hayan llevado es la nueva división de los cursos. Su escuela es de dos líneas, pero este año la han transformado en una de tres, para poder disminuir la ratio. Eso ha llevado a tener que ocupar espacios del centro y convertirlos en aulas.
La "conversión" me preocupaba un poco al principio, pues a la peque le tocaba hacer clase en lo que antes era el aula de profesores, y no sabía como estarían es ese espacio. El primer día su profesora nos envió unas fotos... y es un aula más! Nadie diría que ese espacio era antes otra cosa. Han puesto una pizarra táctil y cambiado toda la "decoración". Y según me cuentan con el resto espacios "adaptados" y reconvertidos en aula (la biblioteca, el aula de música, la de inglés...) ha pasado lo mismo.
Otra cosa es la distribución de los niños en los grupos. Mientras mi hija está súper feliz, porque le ha tocado en un grupo donde están tod@s sus amig@s, el grandullón no lo está tanto. A Erik le ha tocado en un grupo donde sólo ha "caído" uno de sus amigos. Y como es un niño al que le cuesta bastante hacer amig@s nuev@s... pues se le hace cuesta arriba.
Tampoco ha ayudado que este año tenga profesora nueva. Iba bastante nervioso porque no sabía si le iba a gustar e iba a estar cómodo con ella. Pero al final, pasada una semana está bastante más tranquilo. Parece que le empieza a tener más confianza y estoy segura que en cuanto establezca un vínculo con ella todo va a ir bien.
Viéndoles a ellos ir cada día más contentos a clase, pienso que realmente la cosa puede funcionar, y que pese a tanta norma y tanta directriz, ellos acuden cada día más contentos y sintiéndose seguros a la escuela. El viernes, cuando les dijimos que al día siguiente era fin de semana y no había clase...ambos se quejaron de que se les había hecho corto!
Esperemos que este período de "nueva normalidad" y "nuevas rutinas" dure lo máximo posible. Por nuestra parte, seguiremos cuidando los detalles para hacerlo posible.
Lo importante es que los niños esté a gusto. Un beso
ResponderEliminarY tanto. Eso es lo básico. Abrazos
EliminarYo al principio casi que no podía dormir, pero la verdad es que lo que se está haciendo desde el cole me ha dado bastante tranquilidad. Parece que todo va bien encaminado. Vamos a esperar a ver si todo sigue bien, yo tengo esperanzas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, al principio vas con desconfianza...pero como dices...cuando ves las medidas y todo el esfuerzo que se está haciendo, ya vas confiando más.
EliminarTrataremos de mantener viva la esperanza!
Abrazos
Me alegro que estés más contenta y tranquila por la vuelta al cole. Por aquí estamos igual. Más o menos nerviosos pero intentando adaptarnos a las nuevas rutinas. ver si hay suerte y sigue para mucho tiempo.
ResponderEliminarBesotes
Toca adaptarse a muchas cosas....pero no lo llevamos ni tan mal, verdad?
EliminarAbrazos
la vida sigue
ResponderEliminarme gustas mucho abrazo
Muchas gracias por el cumplido! Me alegro.
EliminarAbrazos