Ansiedad

 Ayer era lunes... y ayer no hubo post.

Me tocaba escribir sobre algo personal, como suelo hacer los lunes. Pero con el reinicio del curso escolar, el trabajo, y una cosa y la otra... al final no saqué tiempo.

Hoy creo que es muy obvio de que te voy a hablar, el título lo dice todo, ¿verdad?

Y es que últimamente mi fiel amiga, ansiedad, no se separa de mi.

A menudo, mientras voy en el ferrocarril a trabajar, cuando estoy sentada tras la cena en el sofá, a media noche... siento que me falta el aire, algo me oprime el corazón, me estrangula en el cuello, tras los ojos se me arremolinan las lágrimas, y abro la boca como un pez que boquea fuera del agua mientras trato de suspirar.

Si me despierto para las noches no me vuelvo a dormir, e incluso cuando voy por la calle, con la familia, presuntamente relajada, me descubro con los brazos doblados frente a mi cuerpo, retorciendo mis manos, en una postura que recuerda la de un absurdo T-Rex. 

Yo caminando por la calle un día cualquiera

Y entonces pienso, ¿por qué? ansiedad, ¿por qué has vuelto?.

Puede que sea por la vuelta al cole, con las extrañas condiciones de este año. Mil normativas a leer, otras mil cosas a llevar (mascarillas, botella de agua, gel, autorizaciones firmadas...). Si ya por lo normal la vuelta al cole pone un poco nerviosos a los niños, este año ni te cuento! Nerviosos ellos, nerviosa yo. Pensando en las mil normas, en si las seguirán bien, en cuanto durará todo sin "estallar"....

Aunque también puede que sea por el trabajo. Por la situación anómala que vivimos, improvisando y reinventando todo a cada momento. Con un volumen de trabajo mucho mayor al habitual, con más responsabilidad, con mayor implicación tanto horaria como a nivel personal... y todo ello sin escuchar muchas veces una palabra de apoyo o aprobación. Sólo exigencia y exigencia... y una presión puesta en los trabajadores que hace que sólo pesar en ella vuelva a faltar el aire.

Claro que tal vez podría deberse a que a finales del mes que viene se me acaba el contrato, y en el trabajo aún no se han pronunciado al respecto. Y como no están saliendo nuevos proyectos, la verdad es que no tengo idea de si me podrían renovar. O al hecho que si no me renuevan apenas me queda un mes de paro por cobrar, y luego me quedaré sin ingresos... Y siendo mi marido autónomo, con el panorama actual.... no podemos permitirnos perder una fuente de ingresos.

O incluso la causa podría ser el hecho de que las pruebas anuales de mi hijo empiezan a acercarse, y pasar por ello siempre nos altera a todos. Y a que la vuelta al cole con mascarilla no le esté resultando tan sencilla, pues le cuesta horrores entender lo que le dices con la mascarilla puesta... y no puede apoyarse en la lectura labial.

A saber! El caso es que por uno de esos motivos, por todos a la vez, o por ninguno de ellos... la ansiedad se ha instalado en mi vida. Y me cuesta sacar fuerzas para continuar con mi normal actividad.

Pero ya sabes, soy del género cabezota, y me obligo a seguir tirando del carro. Porque si el carro se llegase a parar, lo mismo me bajaba... y no es plan.

Y lo único que me ando preguntando es ¿ansiedad, cariño... cuando te vas?.