26 sept 2017

A quirófano nos llaman

Hay cosas que las sabes, cosas que ves venir y sabes a ciencia cierta que son así... pero que te niegas a saber, y te aferras a la mínima posibilidad de que sean distintas a como crees saber que son.

Es como cuando engordas. Tu lo notas, sabes que has cogido algunos quilitos... pero no te pesas, porque así evitas saber, lo que en realidad ya sabes. Es estúpido, porque los quilos van a estar ahí igualmente... pero lo vas dejando para otro día, alargando la situación.

Cuando hace un año llevé a mi hijo a la pediatra, yo ya sabía, muy en el fondo, que aquello no iba a acabar del todo bien y la posibilidad de pasar quirófano y de que el tema acabara en operación, ya estaba vagamente en mi cabeza.
Desde pequeño, cada vez que mi hijo se resfriaba y lo llevábamos a la pediatra, nos preguntaba sorprendida si no se quejaba de dolor de oído, porque lo veían lleno de mucosidad. El caso es que él nunca se quejaba de dolor y apenas habrá tenido 4 o 5 otitis en sus siete años de vida.

Como es normal, la pediatra le ponía tratamiento y suponíamos que su oído quedaba bien. Él no quejaba de molestia alguna y en el cole todo iba bien. Lo único que notábamos en casa es que era un niño algo distraído, que había que repetirle mucho las cosas, y que a veces estaba en "su mundo" y aunque le hablabas no te escuchaba. Algo... normal, no? Quién no es un poco así de pequeño?

Pero el año pasado, después del verano, me empecé a dar cuenta que su oreja derecha olía mal. Me pareció raro... la izquierda no le olía y la derecha... buf. Siempre ha tenido bastante cera en los oídos, pero incluso cuando se observaban limpios... le seguía oliendo. Él no se quejaba de nada, de ninguna molestia o dolor en la zona. Pero aprovechando que un día amaneció con fiebre, decidí llevarle a la pediatra.

Y ahí empezó todo. Le trató el resfriado y nos dio cita para una semana después. La oreja seguía oliendo mal y según me comento ella, seguía llena de moco. Volvió a darnos un tratamiento... y no mejoró tampoco. Nos derivó al otorrino, quien en esa primera visita, ya mencionó que tal vez sería necesario operar... poner un drenaje, tal vez quitar los adenoides...

Le hizo varias pruebas de audición, similares a las que te hacen cuando acudes a la revisión del carnet de conducir. Y el resultado nos dejó bastante afectados. Mi marido y yo acabábamos de descubrir que nuestro hijo tenía una capacidad auditiva bastante deficiente... sobretodo en la oreja derecha. Tenía ambos conductos auditivos con mucosidad, pero el derecho se llevaba la palma! Y aquello hacía que le costase mucho oír.

Empezamos a fijarnos en casa, a hablarle bajito... cuando estaba de espaldas.... y constatamos que efectivamente, si él no era consciente de que le íbamos a hablar... no nos oía! Por eso a veces le teníamos que repetir tanto! No era por desobediencia! Era un problema de audición!

Si desde la cocina le grito que se lave las manos... rara vez lo hace.... porque no me oye! Y no se entera! En cambio, si me pongo delante o le llamo por su nombre, él sabe que le voy a hablar y entonces se entera perfectamente de lo que se le dice.

Es un niño muy despierto y espabilado, y de hecho en el cole no habían notado nada. Él funciona mucho por imitación (si todos los compañeros sacan el estuche... él también lo saca) y está atento en clase. Y con su voluntad ha ido supliendo su falta de audición. 

Desde aquel momento, empezamos todo tipo de tratamientos: antibiótico, corticoides... gotas... jarabes... tapones para los oídos.... dejar de ir a piscina... En fin, que hemos hecho todo lo que el otorrino nos ha ido diciendo, y en un año, somos conscientes de que se ha probado todo sin obtener la ansiada mejora.

La oreja izquierda ha respondido muy bien a los tratamientos, y a día de hoy está totalmente limpia. Pero la derecha... no ha habido manera de que quedase sin mucosidad.

Antes del verano le hicieron un TAC. El otorrino quería asegurarse de que no hubiera algo que se nos hubiera escapado y que fuera la causa del problema. Y no, no había nada extraño. Las estructuras internas están bien, lo único que sucede es que el conducto auditivo derecho está lleno de mocos.

¿Por qué? Pues por falta de ventilación, por tener el conducto estrecho, por tenerlo inclinado de modo que favorece a que el moco quede dentro, por culpa de los adenoides que impiden una correcta circulación del aire... por cualquiera de esos motivos o por varios a la vez!

En su afán porque el peque lo superase, el otorrino nos recomendó dejar pasar el verano... sin tratamiento para ver como respondía. En verano al parecer estas dolencias tienden a mejorar, y como el peque va creciendo, al crecer sus estructuras internas podía resolverse el tema por si solo. 

Nos abrazamos a esta posibilidad, y disfrutamos del buen tiempo. Pero en agosto el oído empezó a oler mal... y tuvimos que volver a ponerle gotas (el médico nos dijo que si pasaba, siguiéramos la pauta habitual durante unos diez días). Lo hicimos y dejó de oler...pero a principios de septiembre el maldito aroma reapareció. 

Cuando la semana pasada fuimos al médico ya sabíamos lo que nos iba a decir. No queríamos oírlo, nos hubiera gustado que fuera diferente... pero lo sabíamos. Así que cuando tras revisarlo nos dijo que había que operar... la tensión acumulada durante todo un año de visitas cada 15 días, cada mes, de revisiones "orejiles" cada noche... toco techo.

El próximo mes de noviembre pasará por quirófano para que le pongan un drenaje. Es una intervención sencilla, pero será la primera vez que uno de nuestros hijos pasa por quirófano, con su anestesia total y todo lo que implica. Esperamos que con el drenaje el moco salga al fin, y el remedio sea definitivo.

De momento... seguimos con las gotas, las revisiones y limpiezas antes de acostarse y los mimos constantes.

¿Alguno de tus hijos ha pasado por quirófano alguna vez? ¿A alguno le han puesto drenajes? No dudes en dejar tu comentario y cuéntame como os fue.



8 comentarios:

  1. Pues mi hijo no ha pasado por quirofano, pero por su condición tal vez algún día tenga que pasar. Y seguramente no estaré nada tranquila. Te mando un abrazo muy grande. Y espero que al fin pueda curarse del todo. Un beso muy fuerte!

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    1. Aunque sean operaciones "menores" imagino que estar nerviosa es lo normal.
      Ojalá con la operación se vaya del todo el moco y pueda oir perfectamente de nuevo.
      Un abrazo

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  2. Lamento leer que tienen que operarle al final, ojala se hubiera arreglado todo antes de llegar a eso. Sé que es una operación sencilla y le pasa a muchos niños así que te mando ánimos porque me imagino como estaría yo en tu situación y me vendrían bien.

    BESOS!

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    1. Se ha hecho todo lo posible... pero no ha habido manera.
      Dentro de lo que cabe es una operación muy sencillita... pero como madre... cuando le toca el turno al tuyo... nunca viene bien.
      Un abrazo y gracias

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  3. Hola guapa. Me he quedado un poco chof leyendote. Entiendo que hayas estado preocupada. Todo este tiempo con el run run de lo que pudiera ser... y después de todo el tiempo que habeis estado intentando quitarle los mocos del oido al final lo que menos quieres es lo que sucede. Pero ya verás como sale genial y tu peque recupera su audicion. Me sorprende y me alegra que él lo haya llevado tan bien. Cuando cuentas como hacia en el cole y como atendía me he quedado alucinada. Muchísimo animo, por que sé como te debes sentir por no haberle podido ayudarle más. Pero lo has hecho. Estando ahí. 😀 nos vas contando a ver como va. Un abrazo gigante!

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    1. Gracias guapa! Los peques tienen mil recursos para compensar dificultades.
      Se ha hecho todo lo posible y ha sido duro pasar un año con la sombra de la operación siempre siguiendonos...
      Un abrazo fuerte

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  4. Cuando nació nuestro hijo, nos dijeron que un testículo no le había bajado, pero que era habitual, que hasta el año podían bajar y que no pasaba absolutamente nada. No nos preocupamos demasiado. Pasó el año y no había bajado. Empezaron las pruebas: visitas, eco, tactos, ... nada. Y empezó a barajarse la posibilidad de tener que operar.

    ¿Cómo vamos a operarlo si tiene un año? ¿Qué riesgo hay? Si nos decís que no hay ningún problema en tener un testículo a ningún nivel, ¡¿para qué operarlo con el riesgo que supone?! Nos empezamos a poner nerviosos a medida que parecía cada vez más inevitable. Se tiene que operar antes de que haga los dos años, nos dijeron.


    Y un mes antes de que cumpliera los dos años, nos fuimos al quirófano. Todo estaba decorado para que los peques no tuvieran miedo, y los médicos eran realmente buenos tranquilizando a bebés (y padres). Nos dejaron entrar a uno de nosotros al quirófano para sedarlo, para que el bebé estuviera más tranquilo. Mi pareja estaba demasiado nerviosa y me pidió que entrara. Jugamos un poco y en cinco segundos cayó inconsciente. Me echaron y a la salida nos pusimos a llorar los dos. No ha hecho ni dos años, qué pasará si va mal...


    Fue muy bien. Pudieron hacer una intervención menos agresiva de lo que nos habían dicho (reconocieron que nos habían preparado para lo peor), y nuestro hijo no necesitó más recuperación que más mimos de lo normal. Lo pasamos muy mal en su momento, pero pasó. Es peor la angustia de ver cómo se aproxima la fecha que el momento en si. Irá bien, tranquila. Un abrazo muy grande.

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    1. Ay! Muchísimas gracias por compartir tu experiencia! Que duro... con sólo dos añitos. Aunque imagino que tratándose de un hijo... estas cosas nunca te pillan bien, tenga la edad que tenga.
      Espero que nos vaya igual de bien. Ahora están con pruebas para ver si le tienen que operar también de hidrocele, un problema que tiene desde recién nacido y que tampoco se ha resuelto. En breve le verá el especialista y sabremos que pasará. De momento prefiero no pensar en ello.
      Un abrazo y de nuevo... gracias

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