Toda mi vida llevo lidiando con un gran problema e
inconveniente, sobretodo en estas fechas, y es
que yo... yo no tengo pueblo.
Puede que ti te parezca una nimiedad... que no veas el enorme problema que esto
supone... pero te aseguro que lo es.
Ya de pequeña
empecé a lidiar con el tema. Cuando se acercaba el verano, mis compañeros
contaban los días que les quedaban para marchar a su merecido reposo vacacional
en el pueblo de sus padres y/o abuelos.
Unos se iban a
Andalucía, otros para Castilla, Extremadura..., destinos que a mis ojos
resultaban envidiables. Y cuando llegaba mi turno y les explicaba que no tenía
“pueblo” no daban crédito a lo que oían. No parecían entender que no nos
fuésemos a ningún lugar de vacaciones, porque carecíamos de ese sufrido destino
low cost.
Ciertamente, mi
padre es Andaluz, pero sus padres se trasladaron a Cataluña poco despues de que
él, y sus hermanos mayores, fijasen aquí su residencia. Así que quitando algún
tío lejano, hermano de mis abuelos.... o similar... poca familia quedó en su
pueblo de origen.
Y mi madre es
catalana, hija de aragoneses y almerienses... pero que también se encontraban
afincados por estos lares.
Sin pueblo, no
había destino, y las vacaciones de mi niñez consistían en excursiones a la montaña,
playa, y a algún pueblecito pintoresco de esta nuestra Comunidad Autónoma.
Cuando conocí a
mi marido, en un grave descuido por mi parte, no caí en preguntarle durante la
fase de noviazgo, si él tenía “pueblo”. Y para cuando descubrí que su historia familiar
era bastante similar a la mía, y que no cumplía aquel requisito... ya era un
tanto tarde para buscar “mejor candidato”. Nos juntamos dos “sin pueblo” y nos
quedamos vivir a unos pocos kilómetros de nuestras respectivas familias (no en
el mismo municipio, pero sí en la misma provincia).
Así que ahora,
resulta que mis hijos... tampoco tienen pueblo! Y cuando llega la hora de hacer
vacaciones, solemos hacer con ellos las consabidas excursiones de un día, a la
playa, la montaña o el socorrido pueblecito pintoresco. Repetimos así los
patrones vividos en nuestra infancia, año tras año... salvo en aquellas
ocasiones (de momento dos desde hace 7 años) en que la providencia nos sonríe y
podemos permitirnos irnos de vacaciones y sufragar los gastos.
Lo que más me
duele de no tener pueblo... es la incomprensión por parte de algunas de las
personas que sí lo tienen. Esas que te preguntan una y otra vez: y no os vais a
ningún sitio? Buf... yo no podría.... pero ni unos días???
Y yo pienso... a
ver “almas de cántaro”, que no lo entendieran mis compañeros de escuela de 8
años de edad lo acepto con resignación..., pero que compañeros de trabajo y
conocidos de treinta y tantos parezcan no entenderlo... por ahí no paso.
Para los que no
tenemos pueblo, irnos de vacaciones implica sufragar TODOS los gastos... y
todos... son todos. La gasolina del desplazamiento, el alojamiento (no es fácil
encontrar algo baratito en agosto), alimentación, y todo lo habitual.
No es lo mismo
que ir al pueblo, a casa de padres y suegros, donde el alojamiento es gratuito,
y muchas veces hay una parte de la “manutención” incorporada (a menudo oígo
los comentarios de: mi suegra ya ha petado la nevera de yogures para los
peques, o mi madre ya ha hecho acopio de cervezas y refrescos) que ir de vacaciones tirando de “billetera”
propia para todo.
A mi juicio, no
es tan difícil de entender... pero parece que a veces cuesta... y toca seguir
aguantando los comentarios de antaño, de quienes no tienen ni idea del coste
real de unas vacaciones. Lo pero es cuando invirtiendo las tornas se te ocurre preguntarles si no cambian el destino, y van a otro lugar nuevo...en vez de al sufrido pueblo. Entonces, con cara de ofendidos sueltan: ah no, es que yo no puedo pagármelo.Toma! Ni yo!
Así que como
puedes ver, no tener pueblo... sí que es todo un problema en temporada estival.
Espero que mis hijos, cuando busquen pareja, tengan este curioso dato en
cuenta... 😅
Es cierto que tener pueblo es más económico pero piensa... todas las vacaciones siempre en el mismo sitio, gente cotilla que se mete en todo, compromisos adquiridos simplemente por pasar ahí unos días...
ResponderEliminarA veces, por higiene mental, es mejor montarse unas vacaciones por tu cuenta.
¡Un besazo!
Por supuesto! Alguna "desventaja" tenía que tener.
EliminarPero quién tiene pueblo... puede optar de tanto en tanto ir a otro lugar. Los que no lo tenemos no podemos elegir... o pagas o te quedas en casa.
Un abrazo!
Tienes toda la razón. Si nosotros este año tenemos vacaciones fuera de la ciudad es porque yo tengo pueblo y no gastamos ni un duro en dos semanas.
ResponderEliminarY conozco gente que me dice... que envidia tener pueblo y yo por dentro pienso: sí, soy afortunada porque lo tengo y la peque disfruta de unos días fuera de la ciudad.
A lo mejor fue un punto a mi favor cuando conocí a mi marido que no tenia pueblo y yo sí!! 😂😂😂😂😂
Es una suerte, sí, el poder gozar de unos días de desconexión lejos de la rutina sin que suponga un descalabro para la economía doméstica.
EliminarY... tal vez tener pueblo te hizo ganar puntos a la hora de conquistar a tu marido 😂😂😂
Un abrazo
Pues yo espero que encuentren lo que encuentren, con o sin pueblo, y sean felices, al igual que nosotros, haciendo de un paseo por la montaña cercana a casa la mayor de las aventuras.
ResponderEliminarEs la magia de encontrar la felicidad en las pequeñas cosas!
EliminarAiiii que yo tampoco!!! Que yo tampoco tengo pueblo!!! De pequeña me daba como cosa no tenerlo y ya de mayor me pasa como a ti, no puedo tirar de pueblo. Vamos a casa de mis padres pero a Bilbao Bilbao así que campo campo... Pues va a ser que no.... Pero bueno, coincido con la zancada metálica, así hacemos más excursiones ;)
ResponderEliminarLa cosa es adaptarse y contentarse con lo que uno tiene!
EliminarPero se hecha de menos tener lugar de desconexión. Al menos aunque vayais a Bilbao capital, podéis cambiar de aires! Nosotros ni eso... jejeje
Un abrazo
La imaginación al poder! Eso es lo que hacemos los que no tenemos pueblo ni billetera abultada jaja. nosotros tiramos de piscina-playa, playa-piscina y así pasamos el veranito.
ResponderEliminarLo más importante es que los peques se diviertan.
Y tanto!!! Lo importante es pasar ratos en familia y disfrutarlos! Tampoco hace falta gran cosa para ello!
EliminarUn abrazo