26 ago 2016

Tarde de burbujas! - Ideas para las tardes de verano

Todos hemos jugado alguna vez con uno de esos "pomperos" a hacer burbujas de jabón. Reconozcámoslo, no sé que tienen esos chismes... esas burbujas grandes o pequeñas, que vuelan por todas partes e hipnotizan por igual a grandes y pequeños.

Cuando compré el primer chisme de hacer pompas a mi hijo, debía tener menos de un año. Reía entusiasmado viendo revolotear las burbujas a su alrededor, explotando al entrar en contacto con cualquier superficie.


Con la mejora de sus capacidades motrices, la diversión fue en aumento, tratando de coger las pompas con sus manitas, viendo como explotaban al contactar con su cuerpo. En breve se inició en el arte de perseguir pompas, salía corriendo por el parque tras ellas, saltando, gritando y riendo! Y por último, aprendió a soplar cerca del aro, y a hacer él mismo sus propias burbujas.

Cuando llego la pequeña de la casa, se inició de nuevo la misma cadena de diversión.

Ahora, el mayor tiene seis años... y yo pensaba que ya no le harían gracia las pompas de jabón. Ilusa... nada más lejos de la realidad! He descubierto que todavía le encantan y entusiasman! Es la magia de las burbujas!

Comprar un chisme de estos de hacer burbujas está prácticamente al alcance de cualquiera, por un euro aproximadamente, tenemos el "de toda la vida" y por dos euros, se puede comprar uno que hace pompas más grandes.



El último hallazgo, ha sido un kit de burbujas gigantes que precisamente le regaló a Erik un compañero de clase. Se trata básicamente de un par de palos unidos por tres cuerdas, un cubilete de plástico donde poner el jabón, y el bote de líquido jabonoso (Mega Bubbles, en el centro de la foto anterior).

Y nos divertimos la tira! Tratando de hacer la pompa más grande, la más larga, la que vuele más lejos, hacemos carreras de burbujas, jugamos a ver quien las atrapa sin que exploten... en fin... hay muchas posibilidades!




De todos modos, si uno no quiere gastar... en fin... quién no ha hecho burbujas con una cañita o alambre retorcido, y un vaso de plástico lleno con jabón de los platos o de las manos mezclado con agua? Y tampoco creo que resulte complicado coger un par de palos y unas cuerdas para poder experimentar con gigantescas pompas dejarán a todos anonadados.

Eso sí, si no se dispone de terraza o balcón... habrá que salir al exterior para poder jugar. Nosotros tenemos identificada una plazoleta con arboles al lado de casa, donde hay sombra cada tarde... y como no es un parque (no hay juegos, sólo bancos) siempre está bastante solitario.

Y... entre tu y yo... de tanto en tanto, consigo que me dejen el trastillo y me divierto tratando de hacer y cazar las pompas sin explotarlas!

Te animas a pasar una tarde de burbujas? Mínimo te da para una horita de diversión! Cuando no... para dos si te pones a dinamizar a los peques, con actividades y retos!

2 comentarios:

  1. A mí me encanta hacer pompas, dame un pompero y soy feliz. Y a mis peques les chifla. A la mayor le gusta hacerlas y al peque verlas.

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    Respuestas
    1. Es de los juegos más sencillos del mundo! Y los peques lo disfrutan muchísimo. Y, como dices, proporciona muchas oportunidades de interactuar grandes con pequeños!
      Un abrazo

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