Bye bye vacaciones

Hoy es mi último día de vacaciones, cosa que quiere decir que mañana volverán los madrugones, el esperar el bus, y la rutina laboral.

Bye bye vacaciones, fue bonito mientras duró.

La verdad es que han sido tres semanitas, y he de admitir que este año me han sentado estupendamente. He desconectado de todo! 

Paseando... disfrutando del relax

A ver, la primera semana...no. Alberto seguía trabajando, y yo... aunque no estaba presencialmente en la oficina, era como que mi mente seguía allí. Me acordaba de cosas que tenía a medio hacer, de mails que debería enviar a la vuelta, de cosas que habría que gestionar a mi regreso....

Pero luego, llegó la desconexión. El fin de semana que pasamos en Rialp marcó un antes y un después en mis vacaciones. Aunque fueron sólo dos noches, y se hizo realmente corto... fue la barrera que me obligó a olvidarme del trabajo y centrarme en lo importante: la familia!

Mi pequeña sirena, siempre inquieta

Estas dos últimas semanas me han sabido a gloria. No hemos hecho nada del otro mundo, pero hemos aprovechado cada instante para disfrutar, reír, y relajarnos.

Hemos dormido (sí!!! algún día hasta las 10!!!!), nos hemos acostado tarde, hemos hecho muchas excursiones a la montaña, hemos ido a la playa, hemos descubierto parques nuevos, hemos ido al zoo, hemos hecho sesiones de cine en familia, hemos ido al cine (al de verdad!!!), y hemos paseado mucho!

Mi explorador, buscando el horizonte

También hemos aprovechado para hacer alguna "batida" de orden y limpieza en casa, y hemos tirado bastantes trastos y dejado alguna zona de nuestro hogar más despejada. Aunque queda mucho por hacer en este sentido... hemos puesto la primera piedra!

Han quedado cosas en el tintero, me hubiera gustado ir más a la playa, hacer alguna excursión más a la montaña, ir a algún que otro sitio nuevo... Pero bueno, siempre pasa lo mismo en vacaciones, haces cosas que no esperabas, y cosas que tenías previsto hacer quedan a la espera del próximo período estival.

El último día siempre es un día extraño para mí. Es como si viera lo que quedó por hacer... y me entrase un agobio por dentro... en plan: has de hacer esto, y esto y esto!!! Corre!!! Aprovecha!!! Que se acaba!!!

Y la verdad es que a veces... se me hace difícil disfrutar este último día... por esa extraña presión que aparece.

Pero hoy, no quiero que eso me suceda, y estoy tratando de frenarme. Si bien es cierto que mañana vuelvo a trabajar, sigo con mi empleo a media jornada, de modo que tendré las tardes libres para poder seguir disfrutando. A Alberto aún le quedan un par de semanas de calma y tranquilidad, y eso da para hacer muchas cosas!

Mi compañero de vida, mirando el futuro

Paseos al atardecer, alguna excursión por la montaña, ir tal vez una tarde a la playa, y sesiones de cine y lectura en casa.

Por primera vez en mucho tiempo tengo un horario que me puede permitir disfrutar de mi familia, de mi vida... y pienso hacerlo. 

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