30 nov 2018

Decisiones equivocadas

Las horas pasan y a ratos siento que vago simplemente, de un lado a otro, si hacer algo en concreto.

Tenía la intención de sentarme a escribir algo en el blog esta mañana. Tengo muchos posts a medias, muchas ideas... y quiero empezar a materializarlas. Pero a la vez, siento como... miedo? Miedo a sentarme frente al ordenador, y a volver a encontrarme conmigo misma... con ese yo que se perdió hace tiempo... mucho tiempo... demasiado tiempo.

Pero bueno, aquí estoy, finalmente sentada, intentando poner orden a las ideas que de tanto tiempo encerradas, ahora luchan por salir, haciendo tanto ruido que consiguen que no entienda nada.


Mañana empieza diciembre, y parece ser que otro año va a terminarse. Sin embargo me cuesta pensar que 2018 haya pasado. Es como si no me hubiera enterado. No es que se haya hecho corto.... para nada... a ratos se hacía eterno. Pero es como si mentalmente aún estuviera estancada en 2017. Como si siguiera ahí... sin poder avanzar.

Retomando el título del post, este año creo que he tomado muchas decisiones equivocadas...y lo que es peor, algunas las he tomado sabiendo que no debía tomarlas.

Creo que he batido algún tipo de récord personal en cuanto a decidir mal. Mi primera mala decisión del año, creo que fue aceptar una ampliación horaria que me propusieron en mi trabajo. Yo había entrado con una jornada de 9 a 14, y aceptar aquel trabajo ya en sí, no había sido la mejor decisión, aunque aquí si que admito que pensaba que hacía lo correcto. Mi horario me fue bien después de la operación de Erik, pues me permitía pasar las tardes con él, y pasar tiempo con mis hijos, era lo que más necesitaba en aquel momento.

Pero a principios de año, me propusieron cambiar de jornada, y hacer de 9 a 18. Yo sabía que no era lo que necesitaba, pero en aquel momento Alberto estaba sin trabajo, y en breve se le acababa el paro... así que aceptar el aumento de jornada, con su correspondiente aumento de sueldo, era la mejor opción. Tomé la decisión pensando con el bolsillo, sin escucharme a mí misma. Y sabía que aquella decisión no era la buena, que me pasaría factura... pero en aquel momento, no podía permitirme decidir de otra manera.

El aumento de jornada no me fue nada bien... llegaba a casa a las siete de la tarde, a tiempo para bañar a los niños, y ponerles la cena en la mesa. Y por las mañanas no les veía apenas. Y aunque he tenido horarios parecidos en el pasado... en esta ocasión no pude con ello. No podía acompañar a mi hijo a sus controles post-operatorios, ni a sus médicos, ni estar con ellos para leer cuentos o jugar por la tarde, ni para hacer los deberes... Y cada vez me sentía más infeliz. 

Esta falta de tiempo y esa infelicidad me llevo a abandonarme en general. Otra mala decisión. En lugar de luchar, como había hecho otras veces, y sacar tiempo para seguir con las pequeñas cosas que me dan la felicidad... poco a poco las fui dejando todas.

Dejé el blog, dejé las redes sociales (donde tanto apoyo encuentro a veces), dejé de hablar por teléfono con mis amig@s, dejé de salir a caminar por la montaña, dejé el Nordic Walking, dejé de escuchar música.... Lo dejé todo. Dejé la vida.

En verano, me devolvieron mi jornada de inicio. Y aunque al principio parecía que levantaba cabeza... no fue más que un espejismo

Así que hace algo más de un mes... me armé de valor, y tras hablarlo largo y tendido con Alberto, tomé la primera decisión acertada del año. Entre en el despachó de mis jefes, y les anuncié que en cuanto acabase mi contrato finalizaría mi relación laboral con ellos. Necesitaba romper con todo, romper con este año, con el ambiente tóxico que en la oficina se había generado. Me costaba la vida ir allí a trabajar. El trabajo en sí me había acabado gustando mucho, pero la presión que sentía al realizarlo, y algunas nuevas responsabilidades que me habían caído encima, estaban consiguiendo que me acabase de hundir.

Esta semana ha finalizado mi contrato, y con él doy por terminado el año. Ahora me toca reencontrarme, buscar un nuevo empleo que me ilusione de nuevo (ya casi lo tengo!!!),volver a disfrutar de las cosas que me gustan y me dan la vida, volver a vivir.

De momento lo estoy llevando un poco a medias, pues estamos con la primera revisión anual tras la operación de colesteatoma de Erik, y la verdad... no hemos empezado con buen pie con las dichosas pruebas. Aunque...mucho me temo que esto da para otro post.

Estoy deseando empezar a tomar mejores decisiones! 

10 comentarios:

  1. Venga, que resurgirás como el Ave Fénix!!!!! Y espero que lo de Erik acabe bien!!!
    Un abrazo y ya sabes que siempre estoy al otro lado del wats

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    1. Eso espero, resurgir ya de una vez!
      Lo de Erik nunca acabará me temo...ni bien...ni mal. Se irá avanzando y luchando por toda su vida.
      Gracias por seguir al otro lado 😉

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  2. Cómo me siento de identificada con lo que cuentas... Yo pasé por una situación similar, de estrés y agobio en el trabajo, de falta de tiempo para todo: para la familia, para mí misma ¡para vivir! Sin embargo, me empeñé en mantener esa situación tóxica por más de 5 años (necesitaba el sueldo y me daba pánico dejar el trabajo, pues era parte de mi rutina y me obcecaba en no salir de ese círculo). Al final, mi propio cuerpo estalló y tuve que coger la baja por ansiedad. Tú has sido muy valiente! Y estoy segura de que esta vez sí que has tomado la decisión correcta. Te deseo muchísima suerte, guapa! 😘

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    1. He aprovechado que se me acababa el contrato. De haber estado fija...no sé si habría reunido valor.
      Gracias por tu apoyo!!! Y mucha suerte a ti también 😉😉😉

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  3. La vida está llena de decisiones y aunque suene muy místico, así es.
    Por desgracia habrá muchas que no nos gusten, pero piensa una cosa, la del horario laboral no es desacertada.
    Era mala para tus horarios, pero buena para el bolsillo, y no es que sea materialista, pero Erik tendrá que comer igual, no? no te quedes con esa sensación. si lo hiciste, por algo es. Otra cosa es que no haya salido como esperabas, pero buena decisión era, al igual que la que has tomado ahora.

    Los cambios suelen ser buenos y sino, pues otro cambio, hay que adaptarse y en eso... somos las mejores, verdad??

    Un beso!!

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    1. La verdad es que la decisión del horario la considero mala..porque salió tal y como intuía...mal 😂😂😂
      Ahora, como bien dices, a capacidad de adaptación no nos gana nadie! Así que...a seguir viviendo y decidiendo!
      Un abrazo

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  4. Solo puedo enviarte animo!fuerza! Buenas vibraciones! Saldrás del maldito agujero. Ya veras como si. Todo tiene solución menos lo que ya sabemos. Aunque yo estoy desaparecida me ha faltado tiempo para clicar y saber como estabas. Como siempre gracias por desnudarse y contarnos como estas. Un abrazo muy muy gigante!

    Tu puedes! No lo olvides!

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Sé que tu tampoco andas muy fina últimamente. Si es que...se pasa cada racha. Pero de todo se sale.
      Un abrazo y gracias por estar ahí!

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  5. Que bien!! Has sido una valiente, pero a veces hay que tomar estas decisiones y pensar más allá. Todo irá bien. Es una manera estupenda de acabar el año y empezar el nuevo con ilusiones renovadas. Espero que todo salga bien en la revisión!

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Necesitaba un poco romper con todo y buscar alternativas mejores!
      Un abrazo

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