Jamás pensé que tendría que escuchar una frase como esa... pero a día de hoy, y he de admitir que en más de una ocasión, mi hijo me ha dicho: mamá, deja el móvil!
No es que sea una adicta a este dispositivo en particular, pero sí es cierto que he empezado a dedicarle más horas al día de las que debería.
Durante mi jornada laboral, mi teléfono permanece en el bolso, o en un cajón, y cae en el olvido hasta que salgo. Ocho horitas sin mirarlo... sin leer un Whatsapp ni consultar un Tweet.
Así que cuando salgo, no es extraño que se me haya "acumulado la faena": tweets y mails por leer, comentarios en el blog pendientes de moderación, conversaciones en Whatsapp con 300 mensajes...
Y en el ferrocarril trato de ponerme al día. Y al llegar a casa... al llegar a casa... sigo!
No es fácil mantener un blog y presencia en redes sin dedicar parte de tu tiempo a ello... y cuando trabajas... es difícil sacar el momento. Aprovechar los viajes en transporte público ayuda mucho, pero no siempre es suficiente.
Y hay días... de mucha actividad, que quedo enganchada a la maquinita y soy llamada al orden por los pequeños de la casa.
Y eso... no puede ser! No me gusta y no pienso permitir que se repita! Habrá que aprender a buscar otros momentos mejores para seguir con mi actividad sin rivalizar con los reclamos de los pequeños.
Siempre he intentado aprovechar momentos en los que "no me necesitan" : mientras juegan con su colección de animales, mientras dibujan tranquilos, mientras ven una peli de dibujos...
Pero pese a este "uso racional" el teléfono se ha ido convirtiendo en una extensión de mi persona, cuando estoy en casa. Si voy a la cocina... lo llevo, si voy al baño... lo llevo, si salgo a tender ropa... lo llevo; pero... si me siento en el sofá a ver una peli con mis hijos... lo llevo, si salgo a la terraza a merendar con ellos... lo llevo, si nos sentamos a comer a la mesa... lo llevo 😯
No con ánimo de utilizarlo... por iniciativa propia, pero si suena... ay... si suena lo miro. Si suena la campanita del mail, o la del facebook, o la del Twitter...
Es urgente? No. Si estuviera trabajando lo miraría? No. Y sin embargo... ahí está, interrumpiendo mi vida familiar.
Y no tiene sentido! No quiero que mis hijos me dibujen con un móvil en la mano! No quiero que cuando sean mayores estén enganchados y al llamarles la atención me hagan ver que su único error ha sido copiar el módelo que yo he ofrecido...
Así que me he propuesto desterrar a mi incordioso amigo de mi vida. Si no tengo intención de usarlo no vendrá conmigo. Se quedará en la estantería... a la espera.
Le dejaré al margen de comidas y meriendas, y de momentos de ocio compartido. Porque los peques se dan cuenta de todo! A veces, incluso, antes que nosotros.
Y seguiré aprovechando esos ratos de "uso voluntario", en el ferrocarril, o mientras ellos hacen alguna actividad de manera autónoma, para responder... a lo que se pueda.
Y con un poco de suerte... y constancia, en breve mis hijos me dirán: mamá, no llevas el móvil?
Si es que estamos agilipollados con tanto móvil y tanta tecnología, en vez de disfrutar de lo que de verdad merece la pena, yo incluida.
ResponderEliminarCreo que antes disfrutábamos más de las cosas, nos relacionábamos más, era todo más vivo.
Yo tmb aprovecho cuando voy al baño para mirar el móvil, cuando la peque está tomándose el biberón, cuando está jugando a sus cosas... pero he de reconocer q me dijo una vez que móvil no, porque notó que no le prestaba demasiada atención a ella y me sentí fatal...
Y así le estoy enseñando a q cuando sea mayor, x mucho q sea milenial o su p*** madre, termine enganchada al móvil...
Haces bien desterrándolo!! Yo lo intento tmb porque parecemos idiotas todo el rato con el móvil... mientras podemos jugar con los peques o simplemente observarles como juegan, lo q hacen...
Toda la razón!!!
La verdad es que cuando los hijos nos ponen en evidencia...duele... y mucho! Y aunque parezca que enviar un tweet es solo un momento... es un momento que le robamos a ellos!
EliminarCuesta tomar conciencia y mucho más poner medidas!!!
Pues es verdad que yo, por ejemplo, diría que no uso mucho el móvil y, la verdad, los comentarios de los peques son como un bofetón en la cara que te hacen ver la realidad. Creo que un día haré un experimento cronometrando el tiempo que uso con el teléfono y me sorprenderé para mal. Luego hacemos cursos de gestión del tiempo!
ResponderEliminarEs que sólo es un minuto... sólo un momento... pero cuando te das cuenta llevas veinte minutos dale que te pego a la pantallita.
EliminarNos roba tiempo sigilosamente y sin que nos demos cuenta!
Si algún día haces ese experimento será curioso de ver los resultados.
Es como el que pone la tele de fondo nada más llegar a casa... sin darse cuenta ve más la tele de lo que cree!!!
Que difícil es deshacerse del móvil! Tengo que reconcocer que a mí también me han llamado la atención aunque sí es verdad que hay dos reglas que nunca rompo. El móvil está prohibido en la mesa y durante los paseos familiares.
ResponderEliminarEl hecho de mirarnos a la cara cada día es menos frecuente con la tecnología, pero lo importante es darse cuenta como has hecho tú y ver las prioridades.
Me parecen geniales tus normas!!!
EliminarAsí se pueden entablar conversaciones durante las comidas y paseos y disfrutar del tiempo en familia!
No basta con darse cuenta... habrá que poner remedio 😉
Me he visto muy identificada! Mi hija no llega a los dos años, pero desde antes del año ya me hacía gestos para que dejara el dispositivo y le prestara atención a ella. Es un vicio que antes no teníamos y como tal deberíamos tomar cartas en el asunto. Yo de vez en cuando autoreflexiono y pongo medidas, pero soy sincera no todas las que debiera
ResponderEliminarCuesta poner medidas! Ves a tu peque entretenida... suena la "campanita" y el instinto te mueve a mirar quien es. En ese instante tu peque busca tu mirada y no te encuentra.
EliminarPero bueno... antes pasaba lo mismo con la tele o el ordenador.
Hay que tomar consciencia de si se hace uso o abuso y actuar en consecuencia.
Es es un tema complicado ya que el móvil está absorbiendo mucho a la sociedad, en mi caso lo usó más que todo cuando estoy dando teta que el bebé se está durmiendo o cuando los niños están jugando pero de verdad he visto casos donde me quedo con la boca abierta, personas que no saben distribuir su tiempo con el móvil.
ResponderEliminarHay casos alarmantes... de padres que están en el parque y no levantan la mirada del dispositivo! E incluso he visto alguno enganchado a la pantallita durante el festival de Navidad de la escuela.
EliminarNo se trata de no usarlo... pero hay un momento para cada cosa y una cosa para cada momento 😁
No nos damos cuenta tas y así es! Yo algú a vez mirando el móvil, alguno de los peques hablandome y yo dándole que te pego hasta que me he dado cuenta! Una lástima admitirlo pero hay enganche!
ResponderEliminarSi... eso a veces pasa. Te empiezan a hablar y tardas más de lo que deberías en dejar a un lado la maquinita y escucharles con la atención que se merecen.
EliminarEl primer paso es tomar conciencia... ahora viene lo difícil!
Me he sentido muy identificada con tus palabras. Yo intento dedicar el tiempo al blog por las noches una vez que los frutitos duermen, en el camino de ida y vuelta al curro y de vez en cuando en huecos aquí en la ofi, pero por las tardes intento limitarlo al máximo, porque mis hijos más de una vez me decían "Mamá deja el móvil" "Siempte con el móvil" y francamente esto no me gustaba nada 😰😰 Me hizo recapacitar y desde luego no quiero que sea la imagen que mis hijos tengan de mi ni el recuerdo cuando crezcan y piensen en su infancia
EliminarNo podías expresarlo mejor! Es que cuando te ves con sus ojos... te rompes!
EliminarYo también escribo el blog en el ferrocarril o por la noche... pero las redes sociales "llaman" a todas horas y hay que frenarlas.
Seguiremos luchando!