Hoy el pequeño grandullón vuelve al cole!
Por fin recuperamos la normalidad que nos fue robada el pasado día 20, cuando el virus de turno decidió ensañarse con nuestro pequeño. Han sido siete días y siete noches de fiebre... y tres de recuperación en casa.
Una semana de dormir poco y padecer mucho. De miradas furtivas al teléfono en los descansos del trabajo o visitas frecuentes al baño, para recibir el último parte del estado del mini sujeto de un modo discreto. De comer un bocadillo en el ferrocarril, para llegar a tiempo al cole a recoger a la pequeña y que Erik no tuviera que salir de su guarida viral.