Ver con ellos las luces, los escaparates, las tiendas de juguetes, adornar el árbol, poner el belén, hacer la carta de los reyes, ver la cabalgata... no tiene precio. Vivir estas fiestas con hijos, es vivirlas intensamente y de un modo diferente.
Pero en esta casa, Navidad, es también sinónimo de tiempos inciertos, de estrés y desempleo. Y por más que la situación se repita cada año... no me acostumbro a ello.
Como orientadora laboral trabajo en proyectos subvencionados, que empiezan y acaban de modo anual. Esto hace que normalmente, el 31 de diciembre, además de acabar el año, yo finalice siempre contrato.
Lo habitual es que las entidades o fundaciones para las que trabajo vuelvan a solicitar la subvención para repetir el programa (siempre y cuando se hayan alcanzado los objetivos), y en caso que la ganen, vuelvan a contratarme.
Hay años en que acabas contrato el día 30 de diciembre y el 31 empiezas nueva relación laboral con la empresa. Otros años, ya te avisan de que aunque ganen la subvención, no hay previsión de que cuenten contigo (esto suele suceder cuando llevas dos años trabajando... porque no quieren que ganes demasiada antigüedad...).
Este año, todo tenía buena pinta! Sólo llevo un año en mi actual entidad, así que en principio no hay inconveniente en que vuelvan a contar conmigo. Hasta donde yo sé, están contentos con mi trabajo y los resultados que se están obteniendo, cosa que suma otro punto a mi favor! Y aunque el programa tal vez no ha ido como estaba del todo previsto... no ha ido mal del todo, así que la entidad en la que trabajo quiere presentarse de nuevo para repetirlo.
Y entonces... el problema es??? El problema es que las subvenciones van con retraso... y justo ahora se ha acaba de abrir el plazo para que mi entidad pueda presentar el proyecto.... Y el problema es que una vez presentado, entramos en el "limbo administrativo", a la espera de la resolución. Esto quiere decir, que la administración pertinente, estudia todos los programas y decide a que entidad le da cada subvención (por decirlo de un modo claro y rápido).
Es altamente probable, dadas las fechas en que estamos, que no dé tiempo a que la resolución salga antes de acabar el año. Y por lo tanto, no podré saber si tendré trabajo o no.... Porque la administración, puede perfectamente decidir que ese proyecto prefiere dárselo a otra entidad, y por lo tanto mi puesto de trabajo en la empresa actual desaparecería con la no renovación de proyecto.
La mayoría de las veces, antes de acabar contrato... ya sabes a que atenerte... y empiezas a "buscarte la vida". Esta vez, es probable que historia que ya viví el año pasado se repita... Me iré al paro sin saber si podré volver, si volveré en enero, o en febrero, o en marzo... o si no volveré...
De modo que la incertidumbre se apodera de mi vida... El año pasado no pude volver... recibí la notificación de que mi entidad había perdido la mayoría de proyectos... y por lo tanto se aplicaba la "ley del embudo": de 4 pasamos a 1. Y yo me quedé en la calle.
Este año mi marido está en el paro... y por lo tanto no tenemos paga extra por Navidad (yo nunca la tengo... ). Esto unido a mis perspectivas laborales hacen que la Navidad, que siempre se plantea dura, sea más dura que nunca.
Y no obstante, cada mañana me pinto una sonrisa, disfruto de los preparativos navideños con los peques, y me esfuerzo al máximo por hacer bien mi trabajo. Estoy en época de cierre, donde los informes y las tareas administrativas se duplican y hay que esforzarse al máximo... aunque sepas que tal vez mañana no volverás... Y hay que preparar el proyecto venidero... por si el año que viene sigo allí... o sigue alguien allí... hay que dejar "terreno llano".
Y a todo esto le sumo la búsqueda de trabajo... una búsqueda a realizar sin ganas... porque me gusta el trabajo que tengo actualmente y estoy a gusto en mi empresa... y quiero continuar allí. Pero claro, con dos hijos, una hipoteca, dos mascotas, y tal panorama económico laboral en casa... yo no soy de las que se sienta a verlas a venir! Si me arroya el tsunami se me llevará estando en pie y gritando!
Ánimo mi niña!!!! ❤❤❤❤
ResponderEliminarNunca se ha escrito nada de los cobardes y tú eres una mujer muy luchadora, delas que nunca nunca se rinde, de las que siempre tiene una sonrisa luminosa en la cara y de las que da lucecita a muchas oscuridades a tu alrededor!!! ❤❤❤❤
Que no se apague nunca tu luz ni tu sonrisa mi vida, que los que estamos contigo no te vamos a dejar caer!!
Un abrazo de oso de los de no soltarse nunca!!!
Soy como una luciérnaga! Y salvo en días muy concretos... mi luz jamás se apaga!
EliminarGracias por tus ánimos guapa!
Como dice mi padre: de to se sale!
Vaya, lo siento mucho, las épocas de incertidumbre son durísimo, cuando ya sabes el desenlace aunque no sea el esperado sabes cómo reaccionar. Ánimo! No puedo ayudarte, pero te deseo toda la suerte y energía del mundo.
ResponderEliminarSi, la incertidumbre es lo peor. Porque si ya supiera que me voy a quedar sin trabajo... me pondría a buscar más en serio... pero así sin saber... y sin querer cambiar de empleo realmente...
EliminarY leyéndome y ayudandome a desahogarme ya me ayudas!
Un abrazo
Mucho ánimo guapa!! Espero y deseo que al final puedas continuar en la entidad en la que estás. Que tengas suerte! Mientras tanto es admirable que ante tal incertidumbre sigas dibujando esa sonrisa en tu cara, la alegría y optimismo te regalará alegría (ya lo decía el secreto 😉)
ResponderEliminarOjalá todo salga lo mejor posible y pueda quedarme donde estoy!
EliminarLa sonrisa, la alegría, es lo único que nos queda en determinados momentos! Hay que abrazarse a ellas por supervivencia!
Gracias por comentar!
A veces los golpes vienen todos a la vez... Ya sabes, eso de que siempre llueve sobre mojado. Pero yo me quedo con tu grito de guerrera, que sé que es lo que te llevará a superar este bache. Un abrazo, compi! Ojalá se solucione pronto!
ResponderEliminarTienes razón, a veces viene todo junto... lo mejor es tener a mano una raqueta para ir devolviendo golpes! Y esquivando bolas!
EliminarYa te contaré el desenlace, que espero que sea feliz!
Un abrazo!