Ya hace algunos días que oficialmente la Navidad acabó, y puedo decir, haciendo balance, que este año la hemos superado con nota.
No en vano, Erik, la ha calificado en varias ocasiones como "la mejor Navidad de mi vida". No tiene muchas navidades superadas para hacer una buena comparativa, pero desde luego, su opinión es para nosotros la más importante!
La clave del éxito: repartir un poco mejor las fechas, espaciar la entrega de regalos, y evitar el visitar muchas casas es un mismo día.
Este año incorporamos la celebración de Papá Noel (a regañadientes... pero decidimos intentarlo y ha valido la pena!). Ello nos ha permitido espaciar los regalos en varios días, en lugar de concentrar la mayoría de ellos para Reyes, que es cuando terminan las vacaciones y no tienen tiempo de disfrutar.
El primer cambio lo hicimos el día 25, Navidad. En lugar de pasarlo a solas con mis padres, convencimos a mi suegra de que se sumara a la fiesta.... y claro, esto supuso una inyección de ilusión para los peques, pues compartían el día con sus 3 abuelos. En vez de ir a casa de mis padres, pasamos la fiesta a nuestra casa, y ello también permitió que toda la familia disfrutase del Caga Tió.
Mi suegra y mis cuñados les hicieron el regalo de Navidad para Papa Noel, lo que implicó que mi suegra se lo diera el mismo día 25 (aprovechando que venía a comer a casa) y mis cuñados el día 26 (cuando nos juntábamos a comer en casa de mi suegra). Así repartimos regalos de Tió y Papa Noel en dos días: 25 y 26.
El día de Nochevieja también lo cambiamos. En lugar de cenar solos los 4 como hacíamos siempre (y como hacemos por Nochebuena), invitamos a mi suegra a venir a cenar y dormir a casa. Los peques de nuevo encantados, de compartir casa con la abuela, y sobretodo de que se quedase a dormir!!!
El día uno fuimos a casa de mis padres, como viene siendo tradición, para celebrar la llegada del nuevo año con ellos y con mi hermano.
El gran cambio lo hicimos con el día estrella de las Navidades, el día de Reyes. Llevábamos años buscando una combinación que permitiera que los peques disfrutasen algo más de ese día y no se agobiasen tanto. No es lo ideal que acaben llorando de cansancio y frustración en el día que se supone debería ser más feliz del año. Así que en lugar de peregrinar a casa de mi suegra para luego llegar pasadas las dos del medio día a casa de mis padres... optamos por ir sólo a casa de mis padres. Mi suegra y mis cuñados les habían hecho el regalo en Papa Noel, así que sólo faltaban los regalos de mis padres y mi hermano. Los peques pudieron disfrutar por la mañana de los regalitos que les habían dejado Sus Majestades en casa, y luego pudimos ir tranquilamente a casa de mis padres y llegar cerca de la una del medio día. Tiempo suficiente de que los peques, junto con sus primos, pudieran abrir los regalos y empezar a disfrutarlos antes de comer.
La gran máxima "divide y vencerás" se ha cumplido en nuestro caso. Han podido jugar más con los juguetes (al recibirlos más espaciados en el tiempo), han podido compartir ratos de calidad con la familia (al ir sin prisas) y en general han disfrutado más.
Por ello, puedo confirmar que esta Navidad la hemos superado con nota. La próxima, intentaremos repetir la fórmula.
Y tu? Has superado con éxito y sin agobios esta Navidad?
Que bien me alegro que todo haya salido de fabula!1beso
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
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